Ni Estados Unidos, ni el Reino Unido ni Alemania: la ofensiva de Israel en Rafah no tiene el respaldo de sus principales aliados

Israel continúa con su ofensiva contra la ciudad de Rafah, donde se refugian más de millón y medio de personas cercadas por el mar Mediterráneo por el oeste, el ejército de Israel por el norte y el este, y la frontera con Egipto por el sur, en una operación que no tiene prácticamente ningún apoyo a nivel internacional. La ofensiva terrestre, que Israel ha justificado como una maniobra para acabar con miembros de Hamás y liberar a rehenes secuestrados por la organización terrorista palestina, ha llegado después de que la Corte Internacional de Justicia exigiera a Tel Aviv que evitara acciones que pudieran ser constitutivas del delito de genocidio, y ha recibido críticas de los principales aliados del país hebreo. El principal es Estados Unidos, cuyo presidente Joe Biden ha conversado tanto con el primer ministro de Israel como con líderes árabes para pedir que se garantice la seguridad de los civiles de Rafah, que recuerda que sobreviven «expuestos y vulnerables». Poco después, otro aliado, el Reino Unido, expresaba su preocupación en voz del ministro de Exteriores, David Cameron, quien ha admitido que Israel lanza una ofensiva contra un lugar cuyos habitantes «no tienen adónde ir», por lo que ha instado al gobierno de Netanyahu a que «pare y reflexione antes de dar los siguientes pasos». En el seno de la Unión Europea, el Alto Representante Josep Borrell acusó este lunes a Israel de empujar a casi dos millones de personas «contra un muro» y este martes se ha sumado la voz de Annalena Baerbock, la ministra de Exteriores de Alemania, país que prácticamente no había mostrado ninguna crítica a la respuesta de Israel a los atentados del 7 de octubre que ha dejado ya casi 28.000 muertos. «Los hombres, mujeres y niños no pueden desvanecerse en el aire sin más», ha reconocido Baerbock al explicar que la presión de Israel los empuja hacia el mar o hacia Egipto. «Israel tiene el derecho a la legítima defensa contra el terrorismo, pero ese derecho no implica la expulsión de estas personas», ha dicho después de reunirse en Berlín con su homólogo palestino. El gobierno italiano habla también de una ofensiva que se ha vuelto «desproporcionada» en toda la Franja de Gaza. China también ha pedido a Israel que detenga su operación en Rafah para evitar lo que Pekín califica de «devastador desastre humanitario» por los ataques sobre una población hacinada e indefensa. Mientras tanto, las organizaciones humanitarias que trabajan en Rafah siguen describiendo escenas de máximo sufrimiento por parte de los centenares de miles de personas que se hacinan en esa ciudad del sur de la Franja de Gaza. Es el caso de UNICEF, cuya representante en Rafah, Lucía Elmi, ha explicado hoy que «nunca había visto nada así en toda mi vida como trabajadora humanitaria». Elmi describe cómo hay niños por todas partes, «descalzos y con poca ropa» junto a gente «desesperada que no tiene literalmente nada». Esta organización, como antes habían denunciado otras como Médicos sin Fronteras, la Media Luna Roja o la UNRWA, denuncia que hay una gran escasez de los suministros médicos más básicos. Los países que componen la Liga Árabe han reconocido este martes por primera vez que encuentran creíble la posición de la mayor parte de la comunidad occidental de apoyar la creación de un Estado palestino. En paralelo, se suceden las reuniones en El Cairo para intentar alcanzar una tregua duradera. Una delegación del Mossad y otra de la CIA se encuentran en la capital egipcia, mientras que en Catar, otro de los países mediadores, se encuentran hoy el emir del país y el ministro de Exteriores de Irán.

Ni Estados Unidos, ni el Reino Unido ni Alemania: la ofensiva de Israel en Rafah no tiene el respaldo de sus principales aliados

La ministra de Exteriores de Alemania es la última dirigente de un país aliado de Israel que rechaza los ataques del ejército hebreo sobre la ciudad del sur de Gaza

Antonio Martín

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