Jorge Dezcallar: "La guerra de Ucrania no tiene buena salida"
El exdirector del CNI analiza en su nuevo ensayo la marcha de la Guerra en Ucrania y explica “el fin de una era” que marcan los países, empujados por China y Rusia, que “no están de acuerdo con el reparto del mundo y las normas que lo rigen”.
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La guerra en Ucrania se encuentra en un punto decisivo, con Kiev debilitada por la falta de munición, los problemas de reclutamiento y la fatiga del apoyo de Occidente tras una contraofensiva que no ha salido todo lo bien que esperaban mientras Rusia sigue intensificando sus ataques.
Este escenario de estancamiento cambiará mucho en función de quién presida Estados Unidos tras las próximas elecciones, según el exdirector de los servicios de inteligencia españoles Jorge Dezcallar. El republicano Donald Trump dijo que, si era elegido, se sentaría con Putin y pondría fin al problema en 24 horas. “Si dejan de llegar armas y sobre todo inteligencia de Estados Unidos, Europa no podrá cubrir ese hueco”, sentencia Dezcallar.
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Coincidiendo con el segundo aniversario de la Guerra en Ucrania, iniciada por la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, el diplomático publica su nuevo ensayo, “El fin de una era”, en el que analiza la marcha de este conflicto. Con la mitad del territorio ucraniano tomado por Rusia y la otra mitad recuperada por Ucrania, “sentarse a negociar en estas condiciones favorece a Moscú, que tiene la situación sobre el terreno más favorable”, indica el experto.
Para Dezcallar, el conflicto “no tiene buena salida”, y sugiere “un armisticio a la coreana” en el que ni Rusia ni Ucrania renuncien a sus posiciones máximas, pero se logre al menos un alto el fuego. Aunque en este caso, subraya, “no tendría 30.000 soldados americanos para asegurarlo, con lo cual habría violaciones constantes. Es decir, sería un conflicto congelado, inestable en el corazón de Europa”.
El exjefe del CNI explica los numerosos movimientos del espionaje de ambos bandos que se han intensificado con la guerra. Recuerda que el propio William Burns, director de la CIA, ha reconocido que la guerra de Ucrania está facilitando que recluten a mucha gente entre los disidentes rusos o gente que no está de acuerdo con la invasión. También recuerda que al principio de la guerra los americanos filtraron una serie de noticias sobre el ataque inminente, con la intención de evitar posibles maniobras rusas de falsa bandera para justificar la invasión. Además, han aumentado los ataques cibernéticos y la desinformación como arma de guerra.
Dezcallar cree que las inteligencias americana y china habrían disuadido a Rusia de elevar la retórica nuclear y, aunque el riesgo existe y “crecería si Rusia viera peligrar su posición en Ucrania”, en este momento no es probable.
La guerra en Ucrania está acelerando el fin de los acuerdos de seguridad que han funcionado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y más en particular desde el fin de la Guerra Fría, en opinión de Dezcallar. “Rusia no está de acuerdo con la expansión de la OTAN hacia el este, siente amenazados sus intereses de seguridad, y ha decidido cortar por lo sano”. Es parte de sus ansias de “ser recibida como potencia al nivel de Estados Unidos y China”, para lo cual no tiene capacidad, según el diplomático.
Según Dezcallar, todo esto forma parte de algo mucho más amplio que ha llamado “el fin de una era” y que se refiere a los países, empujados por China y Rusia, que “no están de acuerdo con el reparto del mundo que se hizo en el año 45, pero tampoco con las normas occidentales que rigen ese reparto del mundo”. En el caso de Rusia, la decisión ha sido saltarse esas normas.
El exdirector del CNI cree que hace falta “un nuevo arreglo que sustituya al actual y lo ideal sería que eso se hiciera por acuerdo entre los grandes países”. Aunque reconoce que no es fácil que se pueda lograr, menos aún en el escenario actual de guerra en Gaza. “Estamos al final de una era y al principio de otra, que puede ser de desorden hasta que se llegue a nuevos entendimientos”, sentencia.