Munir, padre de Lamine Yamal, admira la gigantesca lona de su hijo en Barcelona: "No se puede contar con palabras"
El 'Què t'hi Jugues!' habla con el padre del futbolista azulgrana después que Lluís Flaquer y Ramón Besa se lo hayan encontrado, por casualidad, mirando la pancarta de su hijo en Barcelona
Munir, pare de Lamine Yamal: "Sóc el pare més orgullós del món"
Lluís Flaquer y Ramón Besa han ido a hacer su sección de cada miércoles desde la pancarta, inmensa, de Lamine Yamal en la plaza Pius XII de Barcelona. En la pancarta, el futbolista del Barça hace el gesto de su celebración, el 304, que es el código postal de Rocafonda, su barrio, y sale con el lema "el futuro no espera". Pero en un giro de guion inesperado, una casualidad absoluta, se han encontrado, observando la pancarta muy emocionado, con Munir, el padre de Lamine Yamal.
"Soy el padre más orgulloso del mundo", ha dejado claro Munir, el padre de Lamine Yamal en los micrófonos del 'Què t'hi Jugues!' de SER Catalunya, quien ha añadido que "ojalá todos los niños y los padres sigan el mismo camino". El padre de Lamine Yamal ha estado un rato mirando la pancarta de su hijo, muy emocionado, y ha dicho: "No tengo palabras. Estoy viendo a mi hijo más alto que yo".
"Estoy orgulloso como cualquier ser humano, le doy gracias a Dios por ser lo que somos", ha expresado un Munir muy emocionado en el 'Què t'hi Jugues!' de SER Catalunya. El padre de Lamine ha dejado claro que no le asusta todo lo que está pasando alrededor de su hijo desde que juega en el primer equipo azulgrana. "No tengo palabras por eso", ha repetido Munir. "Siento mucho orgullo y satisfacción como padre, es muy fuerte, no se puede contar con palabras", ha seguido.
Y por último, el padre de Lamine Yamal ha querido enviar un mensaje. "Que todos los padres acompañen a sus hijos a donde tengan que acompañarle. Para llegar a donde debe llegar un niño, necesita que sus padres le acompañen", ha sentenciado Munir, el padre de Lamine Yamal, en los micrófonos del 'Què t'hi Jugues!' de SER Catalunya después que Lluís Flaquer y Ramón Besa se lo hayan encontrado, por casualidad, observando la pancarta de su hijo en Barcelona, cerca del Camp Nou.