¿Son tóxicas las relaciones o las personas?

Bernardo Stamateas popularizó en 2010 la toxicidad con un libro sobre cómo detectar y evitar a ese tipo de personas. Una declaración de principios de este doctor en psicología: “Muchas veces permitimos entrar en nuestro círculo más íntimo a gente autoritaria, a psicópatas, a los orgullosos, a los mediocres, a gente tóxica...”

Rafael Santandreu se opone a esta etiqueta, indicando que es más adecuado hablar de relaciones tóxicas que de personas tóxicas. Lo que está enfermo es el vínculo que une de manera equivocada a dos personas, "todos en algún momento hemos sido tóxicos para alguien", dice Santandreu.

Recientemente, se ha publicado un nuevo libro sobre la toxicidad bajo el titulo ¡Corta por lo sano! del Dr. Oriol Lugo. A lo largo de sus páginas, se detallan las señales de peligro que deberían ponernos en alerta ante una persona tóxica:

1. Cuando se comporta de manera inadecuada, negando la realidad de lo ocurrido o minimizando sus faltas.
2. Intenta aislarnos de nuestro círculo de protección, por ejemplo, hablando mal de nuestros amigos, lo cual es una estrategia sectaria.
3. Recurre a mentiras y engaños para obtener lo que quiere.
4. Culpabiliza a otros y se victimiza.
5. Practica la falsa bondad y la sobreprotección.
6. Suelen intimidar o seducir para lograr sus fines.
7. Es invasivo con nuestra intimidad.
8. Utiliza a menudo las comparaciones, menosprecios y generalizaciones.

Además de estas señales, hay otras actitudes que también deberían levantar la bandera roja en nosotros:

1. Faltas de respeto, tanto de palabra como de acción.
2. Insistencias y exigencias excesivas.
3. Faltas de disposición para pedir perdón.
4. Genera una intensidad emocional y dependencia en la relación.
5. Habla mal de los demás de manera constante.
6. Se enfoca repetidamente en el pasado.
7. Tiende a involucrarse en peleas y conflictos continuos.