España no es un país para hijos: se tienen menos de los que se desean

España tiene un problema con la natalidad. En 2021 ocupaba el puesto número 188 del mundo, según el Banco Mundial, en cuanto al número de nacimientos anuales. Es una de las tasas más baja en Europa y en el mundo. Los expertos consideran que ahora mismo España no es un país para tener hijos. Se tienen menos de los que se desean por múltiples factores como los económicos por la inestabilidad y precariedad laboral para los jóvenes, además de sociales y culturales. “Nadie suele optar por aquello que no le va a dar una cierta seguridad tanto a nivel económico, personal y laboral, por lo tanto tendríamos que crear un modelo que fuera atractivo tener hijos”, explica Juan José Espirós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad.

España es uno de los países con la tasa de fecundidad más baja de Europa y del mundo. Antaño la maternidad y paternidad era casi una obligación y ahora es una opción personal. Además las ayudas a la familia son muy escasas. Aquí gastamos trece mil millones menos al año que la media europea. Luis Ayuso, catedrático y experto de la Federación Española de Sociología dice que la familia como colchón social esta en riesgo: “Vamos a ver cómo la estructura familiar se ve debilitada, y esa estructura familiar es la que da lugar nuestras redes de apoyo para tener ayudas para el empleo, para los cuidados, ayudas económicas, emocionales y que son el auténtico colchón del bienestar en nuestro país”.

Los especialistas sostienen que estamos ante un problema grave, que las autoridades miran para otro lado. Por eso piden un consenso político para un plan urgente con medidas que fomenten la natalidad, con políticas de empleo juvenil y de acceso a una vivienda asequible para propiciar la emancipación. También medidas de apoyo a las empresas para facilitar la conciliación y la corresponsabilidad de la crianza.

Y otra cuestión importante. Ampliar y mejorar el acceso a los tratamientos de reproducción asistida. Casi el 20% de la población tiene problemas de infertilidad. Uno de los factores determinantes es retraso de la maternidad a los 35, 40 o más. Una maternidad tardía por todas las barreras económicas. Hay que recordar que la probabilidad de embarazo desciende al 20% a partir de los 35 y cae al cinco a los 40 años.