Aficionados de la Lazio cantan himnos fascistas en la cervecería de Múnich donde Hitler presentó el programa del nazismo
Un ultra italiano ha sido ya arrestado por un comportamiento prohibido por el Código Penal alemán
Un centenar de aficionados de la Lazio se han dedicado durante su estancia en Múnich, donde su equipo se enfrenta este martes al Bayern en partido de vuelta de los octavos de la final de la Champions League, a corear cánticos fascistas y hacer el saludo romano. Si este comportamiento ya de por sí es un delito en Alemania, han ido a escoger además un lugar muy simbólico para el espectáculo: la cervecería Hofbräuhaus, que además de ser uno de los destinos turísticos más visitados de la ciudad bávara, es también el lugar en el que Adolf Hitler presentó las líneas maestras del Partido Nazi en 1920.
Entre los cánticos entonados por los ultras italianos hubo aclamaciones a Mussolini que acompañaron con el brazo en alto. Hasta el momento se ha confirmado sólo el arresto de una persona, un aficionado de 18 años al que la policía pilló al momento realizando el saludo fascista. En las recomendaciones previas al viaje, el propio club pedía a sus aficionados que evitaran "la exhibición o propaganda de material ofensivo, racista, vulgar u ofensivo en general", pero una vez más ha habido aficionados que no han hecho ningún caso a esas recomendaciones.
El artículo 86 del Código Penal alemán sanciona de modo específico la exhibición de esvásticas, imágenes vinculadas al Partido Nazi o proclamas fascistas. Las condenas pueden incluir distintas multas, hacer el saludo nazi le puede salir al infractor por algo menos de 1000 euros, o restricciones y penas de cárcel que pueden variar de los cinco años por negar el Holocausto a los tres años por ejemplo por distribuir propaganda de una organización nacionalsocialista.
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No es nada habitual ver este tipo de simbología entre alemanes, pero a veces sí que se sanciona a extranjeros que obvian o desconocen la ley germana. Conocido es el caso de la ultraderechista española Isabel Medina Peralta a quien Alemania prohibió entrar en el país en 2022 porque en su equipaje portaba, entre otras cosas, una esvástica o un libro de Hitler.
Afición reincidente
Si bien la vinculación de grupos ultras de aficionados con la extrema derecha viene de lejos y se da en clubes de casi todos los países de Europa, en el caso de la Lazio es especialmente relevante. Este mismo enfrentamiento con el Bayern viene ya marcado por el acoso en redes sociales y los insultos racistas por parte de aficionados de la Lazio contra el central del Bayern Dayot Upamecano después del partido de ida.
Y hay más. Por citar algunos casos, el pasado año la policía identificó a un aficionado del equipo que se presentó en el derbi ante la Roma con una camiseta antisemita con el número 88, vinculado con movimientos filonazis, en 2017 un grupo de ultras dejó en el estadio compartido con la Roma camisetas de su eterno rival con la cara de Anna Frank o se les ha prohibido la entrada en ocasiones a algunos países, por ejemplo en partidos que su equipo ha jugado en Francia. En 2005, uno de los futbolistas del equipo, Paolo di Canio, fue suspendido y multado por realizar el saludo fascista después de marcar un gol.
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El régimen fascista de Mussolini salvó en su momento a la Lazio de perderse en la historia, y décadas después los tifosi del equipo se entregan al odio como pocos en Europa. Curiosamente el propio Mussolini propició la unificación de los clubes existentes en Roma durante los años 20 para crear un único club capitalino, lo que dio lugar al nacimiento de la Roma. Fue uno de los generales del régimen y miembro del Partido Fascista, Giorgio Vaccaro, reconocido aficionado del club, el que impidió que la Lazio se sumara a esa fusión y pudiera andar su propio camino. Camino que puede llevar a alguno de sus aficionados a las comisarías de Baviera.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...