El noble arte de callarse

En las palabras de Pitágoras, "no sabe hablar quien no sabe callar", una reflexión cada vez más relevante en un mundo lleno de ruido y constante necesidad de expresión. Este arte de callarse, de saber cuándo guardar silencio, ha sido abordado recientemente en el libro 'Cállate: El poder de mantener la boca cerrada', de Dan Lyons.

Lyons identifica 6 tipos de personas que podríamos considerar "bocazas", invitándonos a reconocer en cuál de estos perfiles nos vemos reflejados en algún momento de nuestras vidas:

1. Ego-habladores. Hablan en voz alta sobre sí mismos, casi siempre son hombres. Interrumpen las conversaciones porque creen sinceramente que sus ideas son mejores que las de los demás.
2. Habladores nerviosos. Los que hablan por no callar, tienen ansiedad social y les asusta el silencio.
3. Reflexivos. Piensan en voz alta, se hablan a sí mismos en realidad y fastidian a todo el mundo que les rodea.
4. Locuaces. Son muy verbales y no tienen filtro. Necesitan decirlo todo. Se dice de ellos que "no callan ni debajo del agua".
5. Charlatanes. Les gustan los chascarrillos y cuentan las mismas historias una y otra vez.
6. Adictos. La palabra es su droga. Son habladores compulsivos y autodestructivos.

Algunas ventajas de callarse, según Dan Lyons:

• Evitas el "Efecto Streisand": un ejemplo de este efecto es lo que se produjo cuando Barbara Streisand denunció públicamente a un periodista que había publicado fotos aéreas de su casa. Casi nadie se había enterado, pero de repente todo el mundo se lanzó a buscar esas fotografías en las redes. Hablar, en este caso, produjo el efecto contrario al deseado.
• Escuchas mejor, lo cual es un superpoder: dicen que Tim Cook, el actual presidente de Apple, es uno de los mejores oyentes del mundo y eso le ha hecho un directivo excelente y muy valorado.
• Te das cuenta de lo que sucede a tu alrededor: si no estás ocupado en hablar, percibes muchas más señales y oportunidades de tu entorno. "¿Cuántas veces nos hemos pasado de desvío en la autopista por estar de "charleta"?", bromea Francesc Miralles.
• Hay más probabilidades de tener éxito profesional: siempre que abres la boca corres el riesgo de meter la pata, de pisar una mina incluso.
• Mejora tu salud: está comprobado que el silencio es un bálsamo para el alma, mientras que hablar sin cesar dispara la adrenalina.