La extrema derecha se asienta en Europa antes de las elecciones de junio

La extrema derecha se ha asentado en Europa y lejos quedan los mensajes que avisaban de su regreso o de la posibilidad de establecer cordones sanitarios para evitar su aterrizaje en gobiernos de los países de la Unión. Está presente en varios gobiernos nacionales, en multitud de regionales, entre ellos varios en España, y las elecciones europeas pueden darle el empujón definitivo para que la voz de la xenofobia o la homofobia sea cada vez mayor en el Parlamento Europeo.

Con la vista puesta en el papel que pueda tener Chega! en las elecciones de Portugal, uno de los pocos países donde la influencia de los ultras hasta ahora era escasa, la extrema derecha gobierna en Italia y Hungría, forma parte del ejecutivo de Finlandia, hasta hace unos meses también estuvo en el de Letonia, apoya al gobierno sin ser parte de él en Suecia, y ha ganado las últimas elecciones en Países Bajos. Sus propuestas contra la inmigración están ya en el debate de las instituciones comunitarias, sobre todo por las leyes aprobadas por el gobierno de Giorgia Meloni en Italia.

La presidenta de la Comisión Europea, y candidata del Partido Popular Europeo, Ursula von der Leyen ha advertido esta semana del riesgo que supone la extrema derecha para sostener los valores fundacionales de la Unión Europea. Von der Leyen ha mostrado sintonía con Meloni, pero las encuestas muestran que la extrema derecha puede ganar terreno a expensas del voto conservador. Muy probablemente en su mano estará decidir si la Unión gira hacia el extremo en la próxima legislatura.

Ganadora en varios países

Haciendo un repaso a las encuestas publicadas en los últimos meses, ahora mismo la extrema derecha sería la fuerza más votada de cara a las elecciones europeas en países donde ya gobierna o es primera fuerza, como Italia o Países Bajos, pero también en otros donde se ha quedado a las puertas de gobernar, como Francia o Austria. Su incremento es notable hasta llegar a ser la segunda fuerza en Alemania, Suecia o Rumanía. Las predicciones anticipan que buena parte de esa ganancia procedería de las pérdidas que el Partido Popular Europeo puede tener en países como Alemania, donde la conservadora CDU sí ha mantenido un cordón sanitario contra AfD, o Italia.

La proyección de estas encuestas a a la futura composición del Parlamento Europeo llevarían a la extrema derecha a ser la tercera fuerza, detrás directamente de los dos grandes grupos tradicionales de conservadores y socialistas. Los partidos ultras se dividen ahora mismo en dos grandes grupos parlamentarios, el de Conservadores y Reformistas donde están, entre otros, VOX, los Verdaderos Finlandeses o el polaco Ley y Justicia; y el de Identidad y Democracia, que reúne por ejemplo a Alternativa para Alemania, la Lega italiana o a la Agrupación Nacional francesa.

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Las políticas comunitarias se han visto notablemente agitadas por esta irrupción que ahora puede ser aún más relevante. Los partidos de extrema derecha se han posicionado en contra de leyes de acogida de inmigrantes, de igualdad de derechos o de un sostenimiento constante de la ayuda a Ucrania. Países como Hungría han mostrado una cercanía notable hacia Moscú a pesar del rechazo total de las instituciones comunitarias al gobierno de Vladimir Putin.

Escenarios futuros

Las elecciones europeas están inmersas además en escenarios electorales nacionales concretos en varios países, por lo que su interacción es importante. En Países Bajos, por ejemplo, aún no hay un gobierno después de la victoria de la extrema derecha en las últimas elecciones, y esta misma formación, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia, es la favorita para ganar también las europeas.

Austria celebra elecciones legislativas meses después de las de junio. Ahora el ultraderechista FPÖ es la tercera fuerza en el parlamento austriaco, pero es favorita para las europeas. En Alemania hay elecciones en el Estado de Turingia en septiembre, una región del este del país que podría convertirse en la primera gobernada por la extrema derecha.