El apocalipsis se ha equivocado

Madrid

Pese a los augurios que pronosticaban una gran crisis para la economía mundial, con una inflación desbocada y con los tipos de interés subiendo a una velocidad que no se había visto antes, la economía y el empleo han aguantado. De hecho, la subida de los precios está ya casi controlada, los bancos centrales ya ven próxima la primera bajada de tipos y "el dolor" que algunos esperaban no ha llegado. Frente a ello, las previsiones de crecimiento se están revisando al alza y las bolsas están marcando, casi cada día, un nuevo máximo histórico.

El Banco de España ha elevado tres décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español desde el 1,6% hasta el 1,9% y ha mantenido sus estimaciones para 2025 y 2026 en el 1,9% y 1,7%, respectivamente. El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado en la presentación del informe trimestral que en los próximos años el consumo privado y la inversión serán los principales motores de la actividad económica española. Pero, a corto plazo, los principales factores que están detrás de la revisión del Banco de España de la tasa media de avance del PIB este año hasta el 1,9%, acercándose a la estimación del Gobierno (2%), son la mejora de los datos de Contabilidad Nacional relativos a los últimos trimestres.

La Cámara de Comercio de España también ha mejorado sus previsiones económicas para este año y prevé que el PIB crezca un 2%, cuatro décimas más de lo estimado en el mes de noviembre. Además, la Cámara de Comercio de España ha anticipado las primeras previsiones para 2025, cuando prevé que la evolución de la actividad económica se mantenga en niveles similares a los de este año, con un avance del PIB del 1,9%. Recoge en su informe también un amento de inversión empresarial de 5 décimas, sus previsiones de crecimiento de la inversión en bienes de equipo en 2024, hasta el 1,8%, mientras que para 2025 prevé un avance del 1,9%.

Retos de futuro

"Una vez más lo único cierto es que la catástrofe no ha ocurrido", asegura Jordi Sevilla, director de Contexto, la Unidad de Inteligencia de Llorente y Cuenca, "es evidente que la economía española y la europea está teniendo una resistencia superior a lo esperado". A pesar de esto, hay una asignatura pendiente: la productividad. Para Sevilla hay tres factores que hacen que España no alcance las cifras medias de la Unión Europea: "Empresas demasiado pequeñas, tenemos casi el mismo número de empresas que Alemania, pero con un tamaño medio bastante inferior; la inversión en I+D+i está por debajo de la medida de la Unión Europea, por tanto, cualquier gobierno que se quiera tomar en serio la mejora de la productividad de la economía española debe de adoptar medidas para estimular el crecimiento medio de las empresas; y el tercer elemento comprometerse a un objetivo como alcanzar el 3% del PIB en inversiones", apunta Sevilla.

Un reto más, que está presente en muchas conversaciones cotidianas, es brecha generacional. El paro juvenil llega a triplicar la media europea y son el grupo de edad que más poder adquisitivo ha perdido en comparación con generaciones anteriores. "El problema es que ha dejado de funcionar el ascensor social" señala el economista de LLYC. Hemos roto un modelo de cohesión social en torno al mérito y a la meritocracia que ha constituido una buena parte de lo que ha sido Europa de los últimos 50 o 60 años, estamos volviendo a un sistema estamental"asegura Sevilla, "donde la pobreza se hereda y la riqueza depende de tus padres".