"Contra el virus humano no se ha inventado vacuna": un experto hace balance cuatro años después del Estado de Alarma
El psiquiatra Jesús de la Gándara reflexiona sobre los comportamientos cutres y cortoplacistas de quienes se forraron en la pandemia a costa del sufrimiento colectivo
Doctores durante la pandemia de la Covid-19 | GettyImages / xavierarnau
Aquel mantra del "saldremos mejores" se da de bruces en el cuarto aniversario de la pandemia con las investigaciones de casos de presunta corrupcpión y ética más que cuestionable en los que el afán de sacar provecho económico llevó a forrarse con la venta de mascarillas y otros materiales sanitarios imprescinbles entonces.
Ante un espectáculo tan poco edificante hemos invitado a asomarse a La Ventana al psiquiatra Jesús de la Gándara, autor del libro "Un nuevo mundo viene. Crónicas para no olvidar lo que pasó" para entender por qué aquel pronóstico optimista y esperanzador del "saldremos mejores" se ha quedado como mucho en el "saldremos" y desgraciadamente no para todos.
"Ante la pregunta de si el que se forra en una pandemia es alguien que nace o se hace, yo respondería que en el 51% se nace así, con ese temperamento, y el 49% restante obedece al se hace. Lo que ha demostrado esta pandemia es que los seres humanos somos capaces de ser grandiosos si nos elevamos sobre nuestros defectos y mantenemos los valores, y también somos capaces de ser grandes calamidadades si actuamos como cutres inmundos".
Considera Jesús de la Gándara que el ser humano ante momentos turbios tiende a anteponer los fines a los principios y es ahí cuando surgen los que se aprovechan de las circunstancias en beneficio propio. "En la pandemia aprendimos que la solidaridad social y ciencia nos puede hacer avanzar mucho muy rápido pero desgraciadamente se ve que no aprendimos que para aprender hay que invertir económicamente en la ciencia y también hay que invertir en moralidad y en ética. Y es evidente que seguimos llenando el mundo de virus con nuestro comportamiento y contra el virus humano no se ha inventado vacuna".
"Todo esto que estamos viendo son conductas cortoplacistas, cutres, inmundas que obedecen a lo fácil, al yo me quedo con esto y no lo comparto con los demás. La ética implica voluntad y la voluntad supone el esfuerzo de acomodar nuestra conducta a unas determinadas reglas", sentencia.
