El compositor de Raphael y Rocío Jurado: "Rosalía y Alejandro Sanz me han encargado una canción juntos"
Aimar Bretos entrevista a Manuel Alejandro, el músico que ha compuesto para Raphael, Rocío Jurado y los grandes de la música en español
Las entrevistas de Aimar | Manuel Alejandro
Manuel Alejandro ha compuesto buena parte del patrimonio musical y emocional de España, pero todavía sigue buscando su gran canción. Sorprende que lo diga alguien que, aunque se define a sí mismo como "un escribidor de canciones y músico desafinado", compuso 'Yo soy aquél' para Raphael o 'Se nos rompió el amor' para Rocío Jurado. El músico jerezano recibe a Hora 25 desde su casa, donde está trabajando en una canción que todavía no ha registrado, pero que cantarán a dúo Rosalía y Alejandro Sanz. Hay un verso que le gusta especialmente, pero todavía no quiere adelantarlo, "porque no está registrada". Esa canción se unirá a la lista de las más de seiscientas canciones que llevan su firma y que han cantado Raphael, Rocío Jurado, Julio Iglesias, Nino Bravo, Jeanette, Luis Miguel, entre otros.
Manuel Alejandro nunca se refiere a sí mismo como compositor, tampoco conjuga el verbo componer en primera persona. "Si Brahms, Beethoven, Wagner o Schumann son compositores, ¿cómo voy a ser yo compositor? Yo no soy compositor. Escritor, tampoco porque considera que "escritor es Baudelaire, Vargas Llosa o García Márquez". Precisamente el Nobel de Literatura fue un admirador del talento de Manuel Alejandro y se lo confesó en persona: "Una noche cenamos mi hija Alejandra y yo en su casa. Después de cenar, recuerdo que me llevó a su jardín. Al final del jardín, tenía una habitación acristalada donde él tenía su estudio, donde trabajaba a diario, con mesa llena de libros abiertos. Había una mesa con una cantidad de máquinas de escribir tremendas. Y a la izquierda tenía una biblioteca con una gran cantidad de álbumes de vinilo. Ahí estaban casi todos mis discos: los hechos para otros y los que yo grabé. Él me dijo él que era un enamorado de mis canciones. Yo le dije que yo estaba más enamorado de su buena literatura".
De barrendero del Bernabéu a ruidero en Radio Madrid
"Radio Madrid para mí tiene unos recuerdos muy especiales", cuenta Manuel Alejandro. Él era un joven que estudiaba en el Conservatorio de Madrid cuando la profesora de solfeo, Remedios de la Peña, le llevó a trabajar como ruidero en las radionovelas que se grababan en Gran Vía. "Lo agradecí mucho, porque me sacó del peor trabajo que tenía entonces. Yo era barrendero en el Bernabéu, que entonces se llamaba Estadio Chamartín. Íbamos a las seis de la mañana a barrer las gradas, no era jardinero para regar el césped, no; tenía que quitar colillas. Mi padre ya quería que me volviera a Jerez de la Frontera para que me preparara para ser director de la banda municipal de Jerez o, algo por el estilo, pero yo me enganché a Radio Madrid. Aquello me pareció el Olympia de París".
Después, Manuel Alejandro trabajó durante siete años como pianista en los bares de moda en la calle Ballesta de Madrid. "La gente venía a divertirse, a tomar la copa y a escuchar al pianista de turno tocando las canciones francesas o italianas de moda". Uno de los bares donde más trabajó fue el Picnic, "un club que no tenía nada de campero" y donde "nació el orgullo gay". Recuerda que "ahí empezó a salir del armario toda la gente a la que perseguía la dictadura" y que por eso había "redadas" cada dos por tres
Su relación con Rosalía
Estas Navidades, Alejandro Sanz y Rosalía fueron a verle a casa. La relación es estrecha con ambos, porque Alejandro Sanz es su ahijado y Rosalía, una cantante que ha conseguido emocionarle. Le encantó la versión que cantó en los Grammy Latinos de la canción 'Se nos rompió el amor', que él compuso para Rocío Jurado. "Ella me dijo que puso como condición que tenía que cantar esa canción en Sevilla", recuerda Manuel Alejandro. Él cree que Rosalía quería demostrar que "ella cantaba en serio también, que no solamente hace Motomami, sino que también puede hacer canciones serias y bien construidas". Manuel Alejandro, que está ultimando una canción para ella y Alejandro Sanz, elogia "el pellizco de su voz, la añoranza que tiene su voz".
¿Tiene un filtro de calidad un compositor que ha sabido emocionar a generaciones de españoles? Sin duda. Reconoce que si cuando escribe una canción o cuando la toca al piano no se emociona, ese tema no sirve para nada. "La última lagrima que eché con una canción mía fue con Rosalía. Cuando la vi en los Grammy en Sevilla. Yo estaba de pie porque estaba sintonizando la televisión y, de pronto oigo, que suena 'Se nos rompió el amor'. Me quedé quieto. Se me salieron las lágrimas, escuchando a esa niña cantando esa canción de una manera que acertó absolutamente. La cantó con el sentido que tiene la canción, con la pena que da que se rompa algo que estaba funcionando, que estaba floreciendo. Ahí está la cosa", explica el compositor.
Derechos de autor
Manuel Alejandro reconoce que no ha sabido negociar con las discográficas y no niega que es un "administrador horrible" porque siempre ha vivido "a salto de mata". "No te fíes nunca de los derechos de autor, porque a ti llega el diez por ciento o el ocho de todo lo que produce esa canción", explica Manuel Alejandro. Lamenta que no haya en España una "educación en general para que se respete el derecho de autor" y la prueba es que, hace poco, un famoso festival andaluz hizo un anuncio utilizando versos de sus canciones, sin pedirle autorización. "Sabemos que en una fiesta tenemos que pagar la Coca Cola, pero no lo que se está oyendo. Cuando la música es lo que sostiene la fiesta".
Manuel Alejandro sigue en activo y hay una prueba irrefutable. Su mítica estilográfica Parker sigue encima del piano, lista para seguir componiendo canciones desde que se la regalaron en 1967. La trayectoria de Manuel Alejandro no se entiende sin Raphael y, quizás sea Raphael el que le dio una definición completamente nueva del trabajo de este músico jerezano. Dijo que no era un compositor, era más bien un biógrafo.
Marisol Rojas
Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...