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Un soltero de 'First Dates' no entiende las calabazas de su cita: "¿Y entonces por qué me dices que no?"

"Me ha encantado, pero una segunda cita no"

Los comensales de 'First Dates' durante su cita. / Cuatro

Madrid

Dicen que el interior es lo que cuenta a la hora de conocer una persona. Sin embargo, a la hora de la verdad, el físico también suele acabar siendo clave para determinar si la persona que acabas de conocer va a ser una simple amistad o si puede ser algo más. Algo que hemos visto una y otra vez en programas como First Dates, donde hemos asistido a citas en las que ambos comensales han demostrado una gran química a lo largo del programa pero que han acabado dejando su historia en una simple amistad como consecuencia de un físico que no terminaba de encajar con lo que tenían previsto inicialmente.

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Y eso es exactamente lo que les ha pasado a Albert y a Raquel, quienes han acabado tomando caminos distintos a pesar de que han mostrado una gran química a lo largo de la cita. El primero en llegar al restaurante de First Dates ha sido Albert, un empresario catalán que trabajó durante más de 20 años en varios países de África haciendo safaris. Después de toda una vida sin poder estabilizar su situación en ningún sitio, ya que tuvo que moverse de un país a otro constantemente, el protagonista de esta historia ha reconocido que quiere encontrar el amor y que busca una persona cariñosa que me comprenda, que sea deportista y que sea aventura.

"Me ha gustado"

Tras escuchar sus pretensiones amorosas, la camarera Laura Boado ha vuelto al recibidor del restaurante para dar paso a Raquel. Una mujer, procedente en este caso de Madrid, que reconocía en declaraciones al programa que venía buscando un hombre que sobre todo la respetara: "Me gusta mucho ser femenina, el romanticismo y la elegancia. Pero sobre todo ser femenina". Nada más cruzar sus miradas, Albert reconocía que le había gustado mucho su cita: "Es una mujer muy atractiva". Sin embargo, Raquel no lo tenía tan claro, pues no le había llamado tanto la atención a nivel físico.

No obstante, ambos se sentaban a cenar para conocerse un poco mejor y descubrir si lo suyo podía llegar a algo más que a una simple amistad. A medida que iba avanzando la cita, Raquel descubría que Albert era una persona muy divertida y se abría a conocerle más: "Es encantador, es una monada. Me parece una persona interesante, educado y me ha gustado". Mientras que la madrileña le explicaba que actualmente estudiaba arte dramático, el catalán le hablaba un poco más acerca de su etapa en el continente africano y algunos de sus últimos proyectos.

"Me ha encantado, pero una segunda cita no"

La cita iba fenomenal pero a Raquel no le terminaba de convencer Albert por su físico: "Viste bien y la sonrisa es bonita, pero nada más". De ahí que se dirigiera a la Decisión Final en un mar de dudas. Mientras que el comensal tenía claro que quería seguir conociendo a su cita, pues había disfrutado de una gran velada a su lado, esta le confesaba que no tendría una segunda cita con él al considerar que no era su tipo: "A mí Albert me ha encantado. Me has encantado, eres un cielo de persona. Eres un 10 no, eres un 20, un 1.000. Pero una segunda cita, no".

Algo que no terminaba de entender, pues no le daba ninguna razón alguna para desechar esta segunda cita: "¿Y entonces por qué me dices que no?". Sin embargo, esta evitaba darle una respuesta concreta para no hacerle daño: "Pues porque no". Por lo tanto, ambos han acabado tomando su propio camino y volviendo a casa igual de solteros que llegaron al restaurante de First Dates.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...