Sándwiches, dulces y 'scones': los tres ingredientes del 'afternoon tea'
De 'Alicia en el país de las maravillas' al 'afternoon tea' del Hotel Ritz de Madrid: un recorrido histórico del té en el cine
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Madrid
La primera huella del té en la memoria de la civilización humana llega de la mano de una leyenda china. Esta cuenta que Shennong, descendiente de los emperadores Yan, creó la civilización agrícola y la cultura medicinal y, por suerte o desgracia, podía ver todo lo que ocurría en su estómago a través de un cristal. Tanta transparencia le permitió observar las mágicas aplicaciones del té, que desintoxicaba y mejoraba su digestión. De esta forma, su historia está ligada desde el principio a China y Oriente.
El té en infusión, como se consume ahora, es mucho más joven y su predominio como bebida se debe al Imperio británico. Aunque es legado de los portugueses haberlo introducido en Occidente. A día de hoy, Portugal es el único país en el que el té conserva su nombre chino: chá. Allí era una bebida muy popular entre las mujeres de la nobleza que lo hervían y batían. Pero a lo largo del siglo XVIII, fueros los ingleses los que lo popularizaron y convirtieron en una costumbre a todos los niveles.
El Hotel Ritz de Londres mantiene la supremacía occidental en el servicio del té, con más de ochenta variedades para su clientela que acude al emblemático afternoon tea bajo estrictas normas de vestimenta y una agenda de reservas muy apretada. Inma Casado, del Hotel Ritz de Madrid, explica que "la tradición del afternoon tea consta de tres pasos, tal y como marca la tradición británica". El primero se sirve en peana de plata junto a un surtido de sándwiches y caprichos dulces; en adelante va el plato principal, el té; y se acaba con un clásico, los scones. "Unos panecitos dulces que se sirven recién hechos y se preparan como una tostada", describe Irene, jefa de pastelería del Hotel.
Por lo que respecta al cine, británicos y té quedaron unidos de una manera tan sistemática que resulta un desafío encontrar película o serie anglosajona donde no lo haya. La escena más recordada es la del sombrerero loco y las tazas en Alicia en el país de las maravillas, con permiso de Mary Poppins y el té flotante de sus aventuras.