Esta primavera las alergias durarán más tiempo y serán especialmente intensas en ocho provincias de España
La Sociedad Española de Alergología asegura que tienen que tener especial cuidado los alérgicos al ciprés, al plátano de sombra y a las gramíneas
Madrid
Las altas temperaturas que hemos tenido desde finales de enero y la gran cantidad de lluvia que ha caído durante el mes de febrero han provocado un adelanto de los picos de polinización. Y eso tiene una consecuencia inmediata: el polen se va a mantener más tiempo en el ambiente y eso puede provocar que los síntomas de la alergia sean más persistentes. Es una de las conclusiones a las que ha llegado la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) al combinar los últimos datos de temperatura, precipitaciones y humedad de la Agencia Estatal de Meteorología con los datos históricos de pólenes de gramíneas de las diferentes estaciones de la Red de Captadores de la SEAIC.
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El mapa de las alergias
Las previsiones indican que la primavera va a ser especialmente intensa en ocho provincias españolas: Segovia, Ciudad Real, Toledo, Madrid, Badajoz, Cáceres, Sevilla y Jaén. En todas ellas la concentración de gramíneas va a ser de entre 5.000 y 7.000 granos/m3.
Será una primavera moderada en el resto de Castilla y León y Castilla La Mancha, Córdoba, Granada y Huelva; leve -con entre 1.500 y 2.000 granos/m3- en Cádiz, Málaga, Aragón, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Asturias, Cantabria, Galicia, Navarra, País Vasco y La Rioja; y muy leve en Canarias y Almería, con 300 granos/m3 según ha explicado el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC.
Cambio climático y contaminación aumentan la incidencia de las enfermedades alérgicas
Desde la SEAIC afirman que el cambio climático y la contaminación aumentan la incidencia de las enfermedades alérgicas. Afectan al momento, la dispersión, la cantidad y la calidad de los alérgenos. El aumento de las temperaturas y la falta de precipitaciones se han posicionado como factores determinantes en el momento y la forma de polinización de las plantas, influyendo así en la sintomatología de los pacientes alérgicos.
“En consecuencia, aumenta la incidencia de las enfermedades respiratorias como el asma, la rinitis alérgica y la conjuntivitis. Además, cambia la distribución y la cantidad de polen en las áreas urbanas, así como los periodos y la duración de las temporadas con mayores niveles de polen. Y hemos observado un aumento de la sensibilidad a los alérgenos y un agravamiento de los síntomas de los pacientes alérgicos. Las partículas contaminantes pueden irritar la mucosa nasal, la piel y la conjuntiva ocular, de modo que los alérgenos penetren con mucha más facilidad”, señala la profesora Carmen Andreu, secretaria de la SEAIC.
Ana Corbatón
Redactora en los servicios informativos de la Cadena SER. Hora 25. Antes en Hoy por Hoy y Hora 14.