Esto ya no va de quién gobierna y de quién no, sino del descrédito de nuestra política
En el origen de todo está la falta de cultura democrática de un partido que nunca aceptará la legitimidad del contrario cuando este gobierna, que nunca ejerce su labor de oposición
Esto ya no va de quién gobierna y de quién no, sino del descrédito de nuestra política | La firma de Àngels Barceló
Madrid
Empieza una nueva semana con muy pocas esperanzas de que el lodazal en el que se sumergió la política la semana pasada haya desaparecido. Han saltado por los aires todas las reglas políticas y democráticas a las que estábamos acostumbrados. Las normas del decoro institucional, la mínima educación en el debate parlamentario, ausente de los últimos plenos, donde solo se arrojan unos a otros las miserias del contrincante con un tono ni siquiera tabernario, porque en muchas tabernas el nivel de la conversación acostumbra a ser más sosegado y más interesante.
Esto ya no va de quién gobierna y de quién no, sino del descrédito de nuestra política | La firma de Àngels Barceló
Se han dinamitado también las reglas de las relaciones entre políticos y periodistas. Políticos y pseudopolíticos, vestidos de matones, amenazando con cerrar medios y señalando a periodistas que cuentan las verdades que no les gustan y que quieren ignorar, porque para ello ya están sus mentiras, sus hechos alternativos que no aguantan el mínimo filtro. Las redes sociales convertidas en la plaza pública donde desde los despachos de importantes instituciones se amenaza a algunos periodistas con nombres y apellidos y a grupos mediáticos que no creen en las mentiras que ellos propagan.
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Y en el origen de todo está la falta de cultura democrática de un partido que nunca aceptará la legitimidad del contrario cuando este gobierna, que nunca ejercerá su labor de oposición, imprescindible para fiscalizar al Ejecutivo, que nunca planteará cuál es su propuesta de país porque en lo que está es en el derribo constante y en negar la colaboración para lo imprescindible, y esto contamina todo el debate.
Es desesperante, pero es, sobre todo, peligroso, porque su discurso acaba impregnando en la calle entre aquellos que han renunciado, sobre todo, al pensamiento propio, pero permea también en el resto que van alejándose de la política y pensando que todos y todo es lo mismo, y no lo es. Hay importantes matices que tanto barro no deja ver, pero los hay, por eso en tiempos como estos tenemos que reforzar nuestra atención, la prensa democrática y los ciudadanos.
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Les decía que empieza una nueva semana y no les esconderé que empieza con una sensación de cansancio y de decepción. Ojalá el fin de semana haya servido para que todo el mundo haya hecho un poco de revisión de conciencia y, aunque solo sea por vergüenza, no les haya gustado como se han visto y decidan cambiar. Porque esto ya no va de quién gobierna y de quién no, esto va del descrédito de nuestra política que, periodo electoral tras periodo electoral margina cualquier posibilidad de debate sobre la gestión, sobre lo que nos interesa a todos.
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Àngels Barceló
Àngels Barceló dirige y presenta 'Hoy por hoy'...