¿Podrías estar en una lista de morosos y no saberlo? Una experta aclara que sí es posible
La inclusión de un individuo en este tipo de ficheros puede suponer una auténtica "muerte civil", perdiendo sus capacidades para, por ejemplo, pedir un crédito
Fichero de morosos: una muerte civil muy común
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Madrid
Alrededor de 4 millones de españoles figuran actualmente en una lista de morosos. Estos ficheros incluyen los datos de aquellas personas que tienen pagos pendientes con alguna compañía de suministros o deudas sin liquidar con alguna entidad financiera. En numerosas ocasiones la presencia en estas listas no se debe a la acumulación de grandes deudas, ni de falta de voluntad para pagarlas, simplemente ocurre por la disputa a causa de un cargo mal computado en una factura o por el cobro de un servicio que no se ha llevado a cabo.
Es el caso de Julia, que ha estado incluida en un fichero de morosos durante cinco años al negarse a pagar un tratamiento de ortodoncia que dejó de recibir. Cuenta que la empresa le insistió en financiar el tratamiento, en lugar de pagar por cada sesión en su momento, finalmente le ofrecieron un descuento y al final aceptó, hasta que un día, la clínica cerró: "Los clientes nos fuimos encontrando, pusimos una denuncia y el abogado nos dijo que lo primero que debíamos hacer era dejar de pagar, porque no estábamos recibiendo ese servicio y la ley estaba de nuestro lado". Para ella el figurar dentro de esta lista de morosos supuso problemas en el día a día, como la imposibilidad de comprar un coche.
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Las listas de morosos son una herramienta que utilizan las más importantes entidades de crédito. En el momento en el que echan un vistazo y ven un nombre en la lista saben que no le van a dar un préstamo. El problema surge en casos como el de Julia, en los que no se figura en una lista de morosos por no poder pagar, sino que su presencia en ellas ocurre por negarse a pagar por un servicio que no está siendo prestado realmente.
En muchos casos las empresas privadas recurren a la inclusión en listas de morosos como medida de presión para amedrentar al deudor, algo que el Tribunal Supremo considera ilegítimo. Muchas veces los usuarios no son conscientes de que están incluidos en este listado hasta que van a pedir un crédito y se lo deniegan. La notificación puede llegar también por carta certificada o por llamada telefónica.
Acabar en un fichero de morosos implica una especie de "muerte civil", porque queda señalado, una herramienta de extorsión más allá de si esa deuda es debida o no a un error. Si el usuario considera que su inclusión es injusta puede "iniciar un procedimiento para pedir el derecho de supresión", cuenta Santiago Gómez-Villares, socio y abogado del despacho GVA Gómez Villares y Atencia Abogados y jurista especializado en Derecho civil y mercantil. Gómez-Villares cuenta el caso de una familia a la que suplantaron, y que estuvo "recibiendo recibos eléctricos de un servicio que ellos no habían contratado".
Álvaro García de Robles, socio director del despacho Like Abogados, habla sobre el caso del vecino de Pinto al que han tenido que indemnizar por incluirlo indebidamente en un fichero de morosos.
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Salir de los listados de morosos es algo complicado, normalmente un proceso que se extiende en el tiempo y en ocasiones los usuarios se ven obligados a recurrir a la vía judicial. Aquí se produce una vulneración al honor, y por la vía legal se pueden llegar a reclamar indemnizaciones por daños y perjuicios. La responsabilidad es del fichero de morosos, y de la entidad de crédito, que es quien incluye el nombre del individuo cuando el usuario deja de pagar, más allá de que éste haya dejado de recibir el servicio por el que estaba pagando.