De estadios a campos de concentración: Israel ejecuta a civiles en los recintos donde los niños soñaban con ser futbolistas
Hablamos con la vicepresidenta de la Federación Palestina de Fütbol, quien lamenta que allí donde antes los niños de Gaza soñaban con hacerse futbolistas ahora se ejecuta a civiles
Punto de Fuga | Campos de concentración en Gaza
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"El estadio Yarmouk y otros campos no sólo se han utilizado para detener personas, sino para torturarlas allí, para asesinarlas". Quien describe esta fotografía de uno de los estadios de Gaza, ahora ocupado por los soldados israelíes, es Susan Shalabi, vicepresidenta de la Federación Palestina de Fútbol. La ofensiva israelí se ha llevado por delante más de 32.000 vidas e infraestructuras de todo tipo en la Franja. Y el deporte no ha podido evitar la tragedia. El estadio Yarmouk es símbolo de la venganza de Israel como el Estadio Nacional de Chile lo fue de las ejecuciones del régimen de Pinochet o los de Afganistán de las barbaridades de los talibanes.
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La destrucción, el miedo y la falta de alimentos están llevando a la población gazatí al límite, y en este casi medio año de sufrimiento desde los atentados terroristas de Hamás el fútbol ha provocado casi la única alegría que han podido sentir. En concreto gracias a la selección de Palestina, que consiguió alcanzar los octavos de final en la última Copa de Asia, llevando la bandera y la causa palestina por todo el continente.
Shalabi nos cuenta que los jugadores "han tenido que entrenar en unas condiciones muy, muy difíciles. Tuvimos que tomar la difícil decisión de suspender la liga. Y, como puedes imaginar, sin liga no hay entrenamiento, y sin entrenamiento no hay un equipo nacional en condiciones". La selección se trasladó a Jordania antes del torneo, pero los jugadores estaban pendientes de lo que sucedía en su tierra, sobre todo los que tenían familiares en Gaza. "Estaban entrenando y escuchaban todas esas noticias horribles que llegaban desde Gaza y Cisjordania. El entrenador tuvo que limitar el tiempo que dedicaban a las redes sociales y a escuchar noticias porque necesitaba que se centraran en los partidos", relata Shalabi.
Estadios como campos de concentración
El ejército de Israel ha destruido todo tipo de infraestructuras, también las deportivas, muchas de las cuales están siendo utilizadas como centros de detención y tortura según cuenta Shalabi. "Cada infraestructura con la que contábamos para jugar al fútbol ha resultado dañada o destruida. Han muerto jugadores, muchos. Y lo triste es que no podemos saber el número exacto de deportistas muertos. Lo que sabemos es que son no menos de 100 y que al menos 20 son niños, niños que jugaban al fútbol en academias de Gaza."
Algunos campos más pequeños se han convertido en cementerios porque la gente no puede llegar a los cementerios para enterrar a sus muertos
— Susan Shalabi, vicepresidenta de la Federación Palestina de Fütbol
El mayor ejemplo del horror con un estadio como escenario es el estadio Yarmouk. Ya en los años 30 se jugaba allí al fútbol, y fue en los 50 cuando se erigió un complejo para unas 9.000 personas. Shalabi cuenta que antes de la guerra estaban pensando que la selección de Palestina jugará allí partidos. Ahora lo que sucede allí está muy lejos del disfrute que puede generar el fútbol: "La guerra ha alcanzado este estadio, que reunía las características para ser internacional aunque sea pequeño, y se ha convertido en un campo de concentración donde se detiene a la gente bajo la ocupación israelí. Allí se les desnuda, se les tortura, se les golpea y se les humilla."
Silencio de la FIFA
Shalabi destaca que los organismos deportivos internacionales han mirado para otro lado después de la respuesta militar de Israel contra la Franja de Gaza. "Es hipocresía porque tanto la FIFA como el Comité Olímpico Internacional actuaron muy rápido cuando Rusia invadió Ucrania. Les llevó menos de dos días eliminar a los rusos del Mundial de Catar, pero no han sido capaces ni de condenar los asesinatos de futbolistas palestinos y de sus familias", cuenta, y pone un ejemplo concreto: "cuando el árbitro internacional Mohamed Khattab fue asesinado junto a su mujer y sus cuatro hijos, recibimos una carta de pésame de la FIFA, pero eso fue todo",
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La Federación Palestina cree que el silencio de la FIFA es acorde con el que algunos miembros de la comunidad internacional han mantenido ante los ataques de Israel. Por ello, no confía en que haya sanciones contra los deportistas israelíes como sí las ha habido contra los rusos. Shalabi cita el caso del Beitar de Jerusalén, un club conocido por el racismo de su afición: "Su lema es: "permaneceremos puros para siempre, es decir, que sólo pueden jugar judíos en ese equipo, tienen prohibido fichar a árabes o musulmanes. Tuvieron a dos bosnios y se fueron por los insultos de su propia afición. Y la federación israelí les permite jugar y también incluye en su liga a equipos de los Territorios Palestinos Ocupados".
El deporte y la política son dos elementos que rara vez están realmente alejados. En una guerra no es una excepción. Por eso Shalabi concluye: "Israel debería rendir cuentas por sus crímenes como país en un sentido político y también su federación de fútbol".
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...