Astenia
"El cambio de estación, el adelanto horario y el mini síndrome posvacacional nos tiene a muchos en estos días sumidos en un bache de ánimo, una circunstancia que llamamos astenia"
Astenia
Madrid
El cambio de estación, el adelanto horario y el mini síndrome posvacacional nos tiene a muchos en estos días sumidos en un bache de ánimo, una circunstancia que llamamos astenia. La palabra llegó a nuestro diccionario a finales del XIX (1884), pero no la inventamos nosotros, solo la pulimos. Porque ya los griegos, a partir de la palabra sthenos, que nombraba la fuerza, llamaron a esa sensación de debilidad asthéneia. Sus síntomas se definen con sinónimos que no necesitan explicación: decaimiento, desaliento, atonía, flojera...
La astenia nos remite a una debilidad física. Para la debilidad personal tomamos otro cultismo, en este caso del latín. Y a los individuos que carecen de ánimo o de valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas los llamamos pusilánimes, porque en latín pusillus animus hacía referencia a un espíritu pequeño, mezquino. No es fácil colar en una conversación este adjetivo culto, otros son más frecuentes: miedoso, cobarde, apocado... Y al otro lado del Atlántico encontramos dos joyas maravillosas: pollerudo y achumpipado, que son de esas palabras que no necesitas conocer sus raíces para saber que, desde luego, no te están llamando nada bueno.
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