Activistas climáticos se encadenan al David de Miguel Ángel para exigir medidas contra la crisis climática
El colectivo italiano 'Ultima Generazione' ha denunciado "el poder opresivo e injusto" de las grandes empresas y ha alentado a "usar la inteligencia"
Unos activistas climáticos se encadenan al David de Miguel Ángel para exigir medidas contra la crisis climática / X: @UltimaGenerazi1
Madrid
Unos activistas climáticos italianos se han encadenado este domingo a los pies del David de Miguel Ángel en la galería de la Academia de Florencia para criticar las acciones contaminantes de las grandes empresas y exigir medidas contra la crisis climática alentando a "usar la inteligencia", como lo haría el David.
Los cuatro ecologistas, una chica y tres chicos del colectivo italiano 'Ultima Generazione' (Última Generación en español), han desplegado una pancarta en la que se leía "Fondo de Reparación: 20.000 millones de euros para reparar los daños de las catástrofes climáticas", según han compartido ellos mismos en redes sociales.
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Los jóvenes se han encadenado a los pies de la estatua y han estado varias horas protestando en esta obra de arte mundialmente conocida del Renacimiento italiano. El cuerpo de Carabineros italiano se ha presentado en el lugar para hablar con ellos y pedirles que abandonaran el lugar pacíficamente.
Los activistas han defendiendo que la población debe ser "inteligente" ante la "injusticia" y "los problemas del mundo que avanza". "Tenemos la inteligencia, pero tenemos la inteligencia, pero también la fuerza. Nuestra unión es nuestra honda y nosotros también podemos enfrentarnos al gigante al que no debemos temer", ha expresado el portavoz de la plataforma haciendo referencia al conocido relato bíblico de David contra Goliat que representa la famosa escultura de Miguel Ángel.
Los militantes de este colectivo han llevado a cabo acciones similares en otras conocidas obras de arte italianas, pegando carteles en la mampara que protege cuadros como 'El nacimiento de Venus' o 'La Primavera' de Botticelli en la Galería de Los Uffizi de Florencia, arrojando pintura o barro a monumentos como la basílica de San Marco de Venecia o tiñendo de negro las aguas de la Fontana di Trevi en Roma.
Los activistas han criticado al gobierno de la conservadora Giorgia Meloni indicando que no les representa y denunciando las acciones contaminantes de los gobiernos y algunas grandes empresas. El pasado 18 de enero el Parlamento italiano adoptó una ley por la que los autores de actos vandálicos contra obras de arte, monumentos o bienes del patrimonio cultural podrán ser castigados con multas de hasta 60.000 euros, además de sanciones penales.
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