Martín Bianchi se fija en un detalle muy revelador de la boda de Almeida: no es el baile, pero significa mucho

«Me tratáis mejor que a los reyes en la boda de Almeida», ha bromeado Martín Bianchi sentado en una butaquita con Ángels Barceló en la terraza de la Cadena SER, en referencia a los taburetes en los que estaban sentados los reyes eméritos durante el baile de la boda del alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida, que ha dominado gran parte de su sección. «Llegamos varios periodistas a las 10 de la mañana y ya estaba todo copado,» ha contado, para confirmar que lo que más le sorprendió de la boda fue la expectación suscitada. «En la tribuna de prensa conté más de 70 medios». Pero también había muchísimo público, todo a favor de ellos. «Pero el fuego amigo es el que más daño hace. No dejaban títere con cabeza. A esta se le marca la braga, esta otra va fatal. Un señor detrás de mí no paraba de gritar »¡Se te ve crecido! ¡Se te ve crecido!« Nosotros, al lado de lo que dice la gente, unas carmelitas. Tú le das esta sección a cualquiera de los que estaban allí y cierran PRISA». Más allá de eso, Martín ha reflexionado sobre toda esa gente que se apunta a la idea del «body positive» y luego se pasan todo el fin de semana criticando el físico de contrayentes e invitados. «Que si es bajito. Que si los dientes. A la gente hay que criticarla por lo que hay que criticarla y no por el físico o por si lleva pamela o pluma» ha defendido. «Al rey emérito, por evasor fiscal, por ejemplo», ha sentenciado. En cuanto al arrítmico chotis que bailaron, para Ángels, «eso humaniza a la gente.» «Sonia Ferrer subió un vídeo bailando en su boda, que estuvo increíble porque ensayaron muchísimo y a mí no me gustó», ha abundado Martín. «Cada uno es como es, y unos saben bailar y otros no», ha zanjado. «Lo que más me chocó de la boda fue la elección de la iglesia. Una iglesia donde Carmen Franco celebraba el 20N y la llenaba de fascistas, o donde voló Carrero Blanco. ¿Había necesidad de casarse en esa iglesia, con esa carga, esa energía negativa?» Pero en relación con los modelitos que tantos han criticado, «esas señoras sobre las que han hecho memes estaban todas felices». También ha observado la tendencia «sandalia peep toe» que arrasa entre la aristocracia. Casi nadie llevaba stileto. Alegría, por tanto, para los pies de todas. Otra tendencia: la reinserción social de la infanta Cristina, «que nos la están metiendo por todos lados.» Hubo una intención clara, en esa foto que los Borbones se hicieron por fuera de la iglesia, para señalar que hay dos familias reales. Por un lado están Felipe, Letizia y las niñas, y esta es la otra familia real. «Ellos quieren ser vistos». Más detalles borbónicos: «Froilán sale de la boda, se va directo a una fiesta en una discoteca, luego a un after y hasta las 11 de la mañana no se va a dormir». «Porque tenía jet lag, tenía el horario cambiado con Abu Dabi», le ha excusado Ángels. «¡Pero si tienen la misma hora!» ha exclamado Martín. «Qué toma este chico para aguantar toda la boda de Almeida, el baile, el chotis, la cena de Lhardy... Qué gran rey hemos perdido. Lo que habría trabajado. ¡No hubiera necesitado dormir Froilán!», ha ironizado Bianchi. Realeza, el Ibex, el mundo del deporte y todo un lado del mundo de la política. Uno esperaría contención y prudencia. Pero estaban desatados, lo dieron todo y todos se hicieron fotos con todos. «Son como todos,» han concluido Ángels y Martín. Lo dicho: las bodas humanizan. Vivan los novios.

Martín Bianchi se fija en un detalle muy revelador de la boda de Almeida: no es el baile, pero significa mucho

El colaborador de 'Hoy por Hoy' ha contado todos los detalles sobre la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo: "Si le das esta sección a cualquiera de los que estaba allí, cierran Prisa de las cosas que decían"

Eva Cruz

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