Lobo pastor de ovejas

Madrid

La comisión sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres de la ONU tiene nuevo presidente, el señor Abdulaziz Alwasil, representante de Arabia Saudí. Así se despierta una en estos tiempos de ofensiva reaccionaria contra los avances en igualdad, con que uno de los países que más odia a la mitad de su población, la femenina, preside un foro dedicado a promover nuestros derechos.

Algo tan asombroso como aquel consejo, también saudí, dedicado a las mujeres compuesto enteramente por hombres. Pero peor todavía porque no es que se trate un organismo para las mujeres sin las mujeres sino con su peor enemigo, los representantes de una teocracia antifeminista que pretenden presentar como igualitario un régimen legal que pide obediencia al marido, permite y promueve las violaciones conyugales, restringe las libertades individuales y convierte a mujeres y niñas en sombras de personas en lo que es un sistema ideado para su sometimiento perpetuo.

Que Arabia Saudita, en su habitual cinismo pretenda lavar su imagen presentándose como súbitamente tocados por una epifanía feminista no es de extrañar, la hipocresía está siempre presente en las dictaduras que abrazan el progreso en lo económico mientras se oponen a él cuando de derechos se trata. Lo que es incomprensible es que los representantes de tantos países democráticos y que se declaran feministas hayan permitido este disparate sin emitir ni un solo voto en contra. ¿a cambio de qué? ¿por cuánto nos han vendido esta vez?