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Sociedad

El síndrome de la niña buena

Raquel Mascaraque, periodista especializada en psicología emocional, indica lo que sucede cuando el deseo de complacer se convierte en cautiverio

El síndrome de la niña buena

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El síndrome de la niña buena es un tipo de perfil de personas que tienen la incansable necesidad de anteponer las necesidades y deseos de otras personas antes que los suyos propios. Romantizan la idea de que solo así conseguirán la felicidad. Pero la realidad es que en el camino dejan de lado lo que realmente necesitan por complacer al resto. Este síndrome suele darse sobre todo en mujeres, por la manera en la que han sido educadas, intentando complacer para ser aceptadas, pero también hay hombres que lo experimentan.

¿Cuáles son las características?

  • Les cuesta mucho decir que no. Da igual lo que opinen o necesiten, lo importante son las necesidades y emociones de los demás, porque sienten que están por encima y que no tienen derecho a poner límites.
  • Evitan el conflicto. Ceden siempre antes de generar conflicto porque no quieren herir los sentimientos de las otras personas. Esto se suma a que necesitan que se les vea siempre como buenas personas.
  • No les suele gustar tomar decisiones. Y menos si hay más gente implicada, suelen ir siempre con lo que diga la mayoría y esto hace complicado que sepan qué es lo que realmente quieren o necesitan. Sienten mucha inseguridad e indecisión cuando tienen que elegir algo sin contar con el criterio de otras personas.
  • Fallar no es una opción. Tienen tanto miedo a decepcionar que no se arriesgan a algo si no saben a ciencia cierta que lo van a hacer bien. Rechazan la opción de experimentar y equivocarse. Y si fallan se autocastigan bastante.
  • No pueden saltarse las normas o salirse del molde. Tienen que demostrar excelencia académica, social, laboral, de pareja... Cumplir las expectativas es lo más importante de todo para ellos.

¿Consecuencias?

Estas personas suelen sufrir ansiedad, por ejemplo, cuando quieren satisfacer a una persona y no lo consiguen. Tienden a sentirse muy culpables por no conseguirlo, y empieza un bucle de qué podrían haber hecho mejor. La culpa también aparece cuando necesitan tiempo para sí mismas, porque piensan que son egoístas y que no están para la otra persona al 100%

¿Qué hace alguien que se siente identificado con esto?

Quizás sea una señal para ir a terapia, porque es la manera más eficaz de poder salir del bucle. Entender cuáles son sus necesidades quitando esa voz interior que les pueda estar juzgando. Aprender a expresarlas y romper las dinámicas que se han creado para complacer en todo momento. Y aceptar que no se le puede gustar a todo el mundo.

 
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