El incómodo momento entre dos solteros de 'First Dates' tras el final de su cita: "¿Te puedo robar un beso aunque sea?"

Madrid

Roger y Uma son como el día y la noche. Mientras que el primero es un chico introvertido al que le encanta la intimidad, el segundo se considera una persona hedonista que le da mucha importancia al hecho de disfrutar de la vida y conectar tanto con las personas como los lugares en los que está. A pesar de que no tenían demasiado en común, ambos se han sentado a cenar en el restaurante de First Dates con el objetivo de descubrir si podía surgir el amor entre ellos. El primero en llegar a la cita ha sido Roger, quien le explicaba a Laura Boado que buscaba un chico normal y tranquilo con el que pueda compartir su día a día.

Después de escuchar sus pretensiones, la camarera volvía a la entrada del restaurante para dar la bienvenida a Uma. Un educador social, oriundo de Barcelona, que reconocía nada más ver a su cita que le había parecido bastante guapo. Tras intercambiar sus primeras palabras en la barra del restaurante, ambos se sentaban a la mesa para conocerse mejor. Una vez allí, ambos hablaban acerca de sus respectivos trabajos y descubrían varios nexos en común que permitían que la cita arrancara con buen pie: "Estamos en el mismo mundito".

"Es un bala perdida"

A pesar de que la conversación entre ambos era bastante fluida, y parecía que todo iba viento en popa, Roger tenía claro prácticamente desde el principio que Uma no era para él. Así se lo transmitía al equipo de First Dates tras bastidores, donde explicaba que no era el tipo de hombre que estaba buscando: "Sería un chico en el que yo me fijaría porque llama la atención con el maquillaje y las botas pero a mí, personalmente, no me gusta este tipo de chicos".

Una teoría que reforzaría apenas unos minutos más tarde, cuando descubriría que Uma se casó hace ya varios años y que se tuvo que divorciar apenas unos años después porque eso de las relaciones cerradas no eran para él: "Quién me ha tocado. Es un bala perdida de reacciones impulsivas y decisiones al momento". De hecho, el comensal le explicaba que actualmente estaba en una relación abierta y que buscaba alguien con esos mismos valores para iniciar una nueva relación: "Soy poliamoroso anárquico".

"¿Te puedo robar un beso aunque sea?"

Dos formas completamente distintas de ver el mundo que auguraban que la cita no iba a llegar demasiado lejos. Mientras que Roger se mostró como una persona introvertida en todo momento, al que le costaba hablar acerca de los temas más personales, Uma era exactamente lo contrario. De ahí que ambos fueran a la Decisión Final con las cosas muy claras. El primero en responder a la clásica pregunta fue el propio Uma, quien reconocía que no tendría una segunda cita con Roger pero que le gustaría seguir conociendo a su cita por si surgiera cualquier intimidad.

Por otro lado, Roger reconocía frente a las cámaras que tampoco tendría una segunda cita con Uma a pesar de que se lo había pasado muy bien con él. A pesar de que tanto uno como el otro se dijeron que no, Uma aprovechó estos últimos segundos de cita para pedirle un beso a Roger: "¿Te puedo robar un beso aunque sea?". Sin embargo, este le paraba rápidamente los pies y le decía que no para poner punto y final a la misma.