Inteligencia artificial en la lucha contra el cáncer: salvar vidas detectando lo imperceptible para el ojo humano

Madrid

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Una enfermedad que sufre una de cada cinco personas en algún momento de su vida. Solo en España, en 2023, se detectaron cerca de 300.000 casos. Y van a seguir creciendo tanto que, de hecho, según los datos de la OMS, en menos de veinte años más de 30.000.000 de personas en el mundo lucharán contra esta enfermedad. Para combatirla, diagnosticarla, prevenirla e investigarla, la inteligencia artificial va a jugar un papel decisivo.

Uno de los centros que investiga el cáncer es el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), donde ya han incorporado esta herramienta. Acaba de iniciar un proyecto - en colaboración con el Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y centro de I+D de Lilly España - para profundizar en el conocimiento del cáncer de páncreas con la ayuda de la inteligencia artificial. Fernando Peláez, director del Programa de Biotecnología, explica que la IA sirve para, “desde el punto de vista de la investigación, desarrollar nuevas terapias, y desde el punto de vista del diagnóstico, analizar los datos clínicos para poder prevenirlo”.

Para hacernos una idea, se trata de una gran base de datos con los historiales que almacenan los hospitales de toda España, lo que permite comparar e interrelacionar datos. César Serrano, miembro de Junta Directiva de SEOM, y oncólogo en el Hospital Vall D’Hebron de Barcelona, explica que “hay que interpretar la inteligencia artificial como algo capaz de detectar patrones que al ojo humano se le pueden escapar”.

Aunque no hay que olvidar, matiza Serrano, que aunque la IA sea parte del presente y futuro en la lucha contra el cáncer, no deja de ser un complemento, y no un sustituto. “Por ejemplo, en un comité multidisciplinar, estamos radiólogos, patólogos, sociólogos o cirujanos tomando una decisión sobre un paciente concreto. Eso no se puede sustituir por una herramienta. Cada caso es individual y complejo y necesita el conocimiento de un especialista”, afirma.