PP y Vox quieren eliminar el nombre de Paco Rabal y Asunción Balaguer de dos lugares conmemorativos en Alpedrete (Madrid)

Madrid

El Ayuntamiento de Alpedrete (Madrid) ha decidido cambiar el nombre de los espacios dedicados a los actores Paco Rabal y Asunción Balaguer, quienes fueron vecinos de la localidad, un cambio que, según el alcalde, Juan Rodríguez, no se debe a que ambos fueran militantes del PCE. El partido no ha tardado en cuestionar esta decisión, que ha tildado en un comunicado como "censura política" por parte de PP y Vox, las dos formaciones que conforman el Gobierno local.

Sin embargo, el PCE considera que es "completamente inaceptable este cambio de nombre", ya que tanto Rabal como Balaguer "son figuras históricas de Alpedrete" y "residieron durante muchos años en el municipio y fueron vecinos muy queridos".

Según ha indicado el partido en un comunicado, "también demostraron un compromiso profundo con la cultura popular, la igualdad y el compromiso militante comunista, y parece que precisamente, por ese motivo, al gobierno de ultraderecha de Alpedrete les molesta".

Rodríguez (PP) ha detallado que la decisión de cambiar el nombre de la plaza Francisco Rabal por Plaza de España y el Centro Cultural Asunción Balaguer por La Cantera se produce con motivo de la conmemoración de los 184 años de historia de Alpedrete como municipio independiente.

"En ningún caso, ha tenido significaciones políticas y nada tiene que ver con la memoria histórica, simplemente se ha abierto expediente para dichos cambios y esperemos que se tenga la resolución lo antes posible para proceder con dichas solicitudes", ha añadido el alcalde.

Los hijos de los actores, Teresa y Benito Rabal, se han pronunciado en un comunicado emitido por la Unión de Actores y Actrices en el que rechazan lo ocurrido. "Fueron vecinos muy queridos en los últimos años de su vida, razón por la que, aparte los méritos y reconocimientos propios, se les otorgó el honor de bautizar su nombre a una plaza y un centro cultural", han dicho. A su juicio, no existe "motivo alguno que avale la decisión" y lo consideran un acto de "enmarcado dentro del revanchismo y el revisionismo histórico en el que está empeñada la ultraderecha".