Reflexión

Madrid

Pedro Sánchez se ha marcado un periodo de reflexión y nos ha invitado a hacer lo propio. Y ha hecho que la palabra reflexión haya sido la estrella de esta semana. Una voz que llegó pura del latín, reflexio/reflexionis, y que se explica por sí misma si sabemos que ese flex que encontramos en el corazón de la palabra surge del verbo flectere, que en latín significaba doblar o desviar una cosa, en este caso concreto, nos lo señala el prefijo re-, hacia atrás o sobre sí misma.

Así, con una flexión doblamos nuestro cuerpo u otros cuerpos sólidos, mientras que, con la reflexión, no es que hagamos una serie de flexiones, que podría haber sido, es que hacemos volver el pensamiento sobre nosotros mismos en una tarea de introspección, otra palabra autoexplicada: mirar hacia dentro. Primos hermanos de la reflexión con el verbo reflejar y el sustantivo reflejo. Y aquí nos aparece la lengua juguetona que tanto nos sorprende, porque mientras un acto reflexivo es meditado, pensado, un acto reflejo es el que brota impensado, inconsciente, involuntariamente. A estas alturas no sabemos si la reflexión de Sánchez plasmada en la carta fue un acto reflexionado o reflejo. Y también desconocemos si la elección de la fecha para dar a conocer su decisión, San Pedro Mártir, fue casual o encierra un mensaje. Quizás evitó hacerlo el domingo, San Pedro Chanel, que hubiera alimentado un sin fin de memes...