Los derbis sevillanos lo tienen todo, siempre. El que se jugó este domingo en el Villamarín, que acabó con un empate a uno, tuvo de todo, polémica, tensión y un pique entre dos excompañeros como fueron Sergio Ramos e Isco. El malagueño pidió penalti por manotazo de Loïc Badé en el minuto 57 pero, tras la decisión de Sánchez Martínez de ir al VAR, acabó anulando la pena máxima. Tras ello, el de Camas recriminó a su «colega» esa picardía con un tirón de orejas cariñoso que captaron las cámaras de «Movistar+». Isco, tras el partido en el Benito Villamarín, explicó lo que pasó en esa jugada. «Bueno, un manotazo me da. Creo que el otro día en Mestalla nos pitan uno en contra muy parecido... pero bueno, ya no podemos hacer nada. Seguir luchando, seguir peleando, quedan todavía cinco partidos y depende de nosotros», dijo. Esta no fue la única polémica que se vivió en el derbi sevillano, el penalti con el que el Betis se adelantó en el marcador también tuvo su miga. Pablo Fornals conectó un centro que impactó en el brazo de Lukebakio y Sánchez Martínez no tuvo ningún tipo de duda y señaló la pena máxima. Sin corrección desde el VAR, el lanzamiento se realizó y el centrocampista andaluz adelantó a los verdiblancos en el derbi. Una decisión que para Iturralde González, árbitro de «Carrusel», no es acertada. «No se hace grande, es un salto natural, tiene abajo la mano. Si le pegase en el codo, hablaríamos de otra cosa. Le pega el balón, pero para mí no es punible», dijo. «El penalti es una cosa de criterio. Que le pega en la mano es una cosa obvia, ahora tenemos que mirar si se hace grande teniendo esa mano ocupando un espacio no natural. Yo creo que no es punible, pero estamos en una de esas jugadas donde hay más dudas que certezas», añadió el colegiado en los micrófonos de la SER.