Sudán sufre la peor crisis de desplazados del mundo tras un año de guerra

En un año de conflicto entre el régimen de Jartum y una sección de las Fuerzas Armadas sudanesas, casi nueve millones de personas se han visto obligados a dejar sus hogares. La de Sudán es la mayor crisis de desplazados forzosos del planeta, aunque ha quedado totalmente eclipsada por las guerras de Gaza y Ucrania.

Recién regresado de Darfur, el coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras Isaac Alcalde ha sido testigo del empeoramiento de la crisis por los bloqueos de ambas partes y la falta de respuesta internacional. En el norte de la ciudad, que sufre dos décadas de enfrentamientos, se ha recrudecido el conflicto forzando a más desplazamientos. “Han salido con lo poco que tenían”, cuenta.

La crisis humanitaria en Sudán alcanza a más de 25 millones de personas y, según las organizaciones humanitarias, hay 18 millones de personas que se enfrentan ahora mismo a una crisis nutricional. De hecho, algunos hablan de hambruna. Médicos sin Fronteras asegura que solo entre el 20 y el 30% de los centros sanitarios funciona un año después del inicio de esta contienda y que el número de niños en situación de desnutrición aguda supera con creces cualquier cálculo.

“Ha habido zonas específicas en las que se ha asesinado gente de manera deliberada por su etnia, como es el caso de los masalit”, asegura Alcalde. En la frontera oeste de Darfur, la ONG recogió testimonios de esas víctimas, gente que ha huido por miedo a ser asesinados por su origen étnico dejando barrios completamente vacíos.

La huida masiva provocada por esta guerra está generando graves consecuencias también en países endebles del entorno, con desplazamientos forzosos hacia Sudán del Sur, República Centroafricana o hacia Chad, donde hay más de medio millón de desplazados en situación precaria. Éstos, junto a Somalia, son los últimos cuatro países del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas.

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La pasividad internacional ante esta crisis es total. Alcalde denuncia que falta financiación y de actores en el terreno. “El número de desplazados de Sudán es como la población entera de Andalucía”, subraya, “pero el problema es que hay lugares dentro de Sudán en los que hay una problemática tanto burocrática como de conflicto para algunos actores, para poder tener actividades”. Sin embargo, en el vecino Chad no existen tales problemas y las autoridades han facilitado la acogida y el acceso a los equipos humanitarios, por lo que el coordinador cree que no hay excusa para la falta de intervención.

La cumbre de países donantes y grandes agencias celebrada en París en el aniversario del conflicto acabó con una promesa de financiación con hasta dos mil millones de euros. Pero Alcalde recuerda que, según Naciones Unidas, las necesidades alcanzan los cuatro mil millones.