Vivir con una persona mayor está de moda: la convivencia intergeneracional pone en tendencia las relaciones entre jóvenes y adultos

El programa 'Convive' es un voluntariado desarrollado por la plataforma Solidarios que no solo facilita el acceso a la vivienda de los jóvenes, si no que también ayuda a reducir la brecha intergeneracional que existe en la sociedad española.

La fundación trabaja la convivencia intergeneracional dirigiéndose a las personas mayores de 65 años que aunque puedan valerse por sí mismas, necesitan la compañía de alguien más. Además, también ayuda a los jóvenes estudiantes que llegan a las grandes ciudades, quienes se instalan en el domicilio de una persona mayor y comparten tareas y gastos.

La plataforma lleva desde 1950 ayudando a personas como Isabel a hacer desaparecer la sensación de soledad que ha dejado la muerte de su marido. Por primera vez la mujer de 86 años abrió las puertas de su casa a Andrea, una estudiante de 26 años que viajó desde Colombia a Madrid para estudiar un máster.

Una convivencia "muy de amigas"

La joven contactó con Solidarios a través de la página web de su universidad y después de completar un proceso de entrevistas junto al equipo social de la plataforma, conoció a su nueva compañera. Andrea e Isabel firmaron un acuerdo que contiene las pautas que deben de cumplir ambas partes y tras formalizar la convivencia, comenzaron una bonita relación que ya ha cumplido casi un año.

Andrea paga 120 euros al mes para compensar a Isabel los gastos de agua, luz, internet o gas y ha conseguido ahorrar hasta 300 euros al mes del precio medio de un alquiler en Madrid.

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Aunque uno de los puntos claves de su contrato es el beneficio económico, lo que más destaca entre ellas es la relación poco convencional que comparten. Como señala la joven, está lejos de parecerse al concepto que hasta ahora, había entendido como una convivencia con una persona mayor.

Andrea e Isabel no hacen juntas la compra o las tareas del hogar, sino que trasnochan viendo series y comparten historias que a Isabel le hacen sentirse más joven, como "una convivencia muy de amigas", explica la estudiante.

Tras su pérdida Isabel no buscaba otra relación sentimental, sino volver a sentirse como en casa al saber que iba a llegar alguien a contarle cómo había ido su día o pedirle consejos. La mujer considera a Andrea "como una nieta", la vitalidad y empatía que transmite le ayuda a sobrellevar su rutina.

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El programa Duplo, una alternativa enriquecedora

Este modelo de convivencia intergeneracional permite crear una relación de confianza mientras la pareja comparte la vivienda. Pero otros programas como 'Duplo', también son una buena propuesta para compartir nuevas experiencias y aprendizajes que ayuden a combatir un problema fundamental, los altos índices de soledad no deseada en España.

La fundación Gregral lleva desde 2017 mejorando las condiciones de vida de las personas mayores. A través del programa 'Duplo', la organización promueve la relación intergeneracional entre jóvenes y mayores desarrollando actividades en centros de día y residencias con el objetivo de crear vínculos intergeneracionales enriquecedores para unos y otros.

Ángela, Carmen, Dana, Paula y Víctor son cinco estudiantes que cada martes y jueves acuden a la residencia Amavir de Getafe, en Madrid para enseñar a los ancianos con juegos y actividades las diferencias que hay entre ellos y los jóvenes de la generación Z. Forman parte de un grupo de 47 estudiantes de las universidades Carlos III de Madrid, Rey Juan Carlos, la Universidad Autónoma o la Universidad Europea que han conseguido una beca para ser voluntarios en el proyecto por 3000 euros al año.

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Como ha señalado Dana, trabajar con personas mayores es una "experiencia preciosa". Ella ha encontrado a través del programa 'Duplo' una disciplina que le ha comenzado a apasionar al ver "el efecto inmenso que producía el trabajo" en las capacidades de las personas mayores.

Los jóvenes que trabajan en la residencia Amivir este curso han centrado el foco en ayudar a entender a los más mayores como ha evolucionado la sociedad en el ámbito social y personal. A través de diversas actividades como pintar, bailar o debates, personas como Nati han aprendido nuevas formas de tomarse la vida, "con sencillez y sin pensar en que todo es malo", señala la mujer.