El teatro como herramienta de libertad
Un grupo de internas de Alcalá Meco y de internos de Valdemoro asiste al ensayo general de 'Los Guapos' en el Teatro María Guerrero. Se trata de un proyecto de colaboración del CDN con Instituciones Penitenciarias que tiene una segunda parte cuando los actores y directores de las obras acuden a las cárceles para conversar con los presos
El teatro como herramienta de libertad
Madrid
Juana nunca había conocido el teatro y dice que la ha impresionado porque "es como el cine pero de verdad". Hace tres meses fue por primera vez al teatro para ver el ensayo general de "La casa de Bernarda Alba". Ahora nos encontramos con ella a las puertas del María Guerrero poco antes de que de comienzo la representación de "Los Guapos", el debut como director teatral de David Trueba. Para Juana, igual que para Teresa y para Julia, esta no es una tarde cualquiera, no sólo porque van al teatro sino porque esta actividad les permite salir de Alcalá Meco por unas horas. "Como internas de un centro penitenciario, nos cuenta Teresa, esta actividad es doblemente gratificante. Vamos al teatro, si, pero además pisamos la calle como hubiéramos quedado con un grupo de amigos".
Este proyecto de colaboración entre Instituciones penitenciarias y el Centro Dramático Nacional fue idea de Paloma Monleón, trabajadora del CDN. Responde a nuestro deseo, explica su director, Alfredo Sanzol, de abrir las puertas del Centro Dramático Nacional a aquellos sectores de la población que a lo mejor no consideran que esta sea su casa. "También lo hacemos porque creemos que la cultura no es un objeto que se acaba al consumirse, es un elemento que transforma, no es un fin, es el inicio de algo, de conversaciones, de interpretaciones diferentes de la realidad. Este proyecto se enmarca dentro de esa visión de la cultura como herramienta para vivir mejor".
Lourdes Gil, coordinadora de Tratamiento y Gestión Penitenciaria de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, nos dice que para ella el principal objetivo de esta actividad es decirle a la sociedad que esas personas privadas de libertad están ahí, son ciudadanos como tu y como yo. La actividad, sigue contando, empieza mucho antes de que de comienzo la función, empieza cuando se anuncia que un día determinado un grupo de internas podrá asistir a la representación del Centro Dramático Nacional. Algunos tienen expectativas de estar entre los elegidos y otros no, la expectativa dura hasta que llega la comunicación de quien irá al teatro. Para poder asistir a este tipo de salidas las internas deben tener la cuarta parte de la pena cumplida y estar clasificados en segundo grado. Además, se tiene en cuenta si forman parte del grupo de teatro de Madrid 1 o si están haciendo algún programa específico y esta salida les puede ayudar a mejorar la evolucion que están teniendo en esa otra actividad. También hay casos en los que se les quiere hacer llegar el mensaje de que la cultura es una parte importante de la vida. Hay personas que no han ido nunca al teatro y esta se convierte en una experiencia vital interesante.
Este proyecto no acaba con la salida de las internas de Alcalá 1 y los internos de Valdemoro hay una segunda parte cuando los directores y actores de la obra van al centro penitenciario y les preguntan qué les ha parecido. Ahí, señala Lourdes Gil, es cuando se materializa la idea de que la cárcel y la sociedad se mezclan. Ese es el objetivo, "intentar que la cárceles estén más cerca porque se trata de espacios en los que no queremos ni pensar".