Rozalén habla sobre su última visita a Bilbao y lo que le pasó en un aparcamiento es más propio de un chiste: "Ya sabemos cómo son allí"

Madrid

La cantante Rozalén ha visitado este lunes el programa Martínez y Hermanos junto a la actriz Malena Alterio y el chef Jordi Roca para enfrentarse a todas y cada una de las preguntas propuestas por Dani Martínez. Unas preguntas, a las que no se suelen enfrentarse en las entrevistas que conceden día a día, que tienden a dejar todo tipo de anécdotas de lo más inverosímiles. Después de preguntarle a Jordi Roca acerca de ese despiste que le ha hecho pasar mucha vergüenza, el presentador de televisión le ha preguntado a Rozalén si alguna vez le ha sacado de un apuro un desconocido.

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Una pregunta que le ha transportado directamente a Bilbao, donde vivió una situación más propia de un chiste de vascos. El estereotipo habitual sobre la gente que vive en Euskadi es que es muy fuerte y bruta. A pesar de que no hay que generalizar, ya que no todos son así, sí que es cierto que algunos hacen gala de este tópico y lo llevan la máximo extremo. Es el caso de los empleados que trabajaban en el último hotel en el que se hospedó Rozalén para su último concierto en la capital vizcaína: "Hace poco fui a cantar a Bilbao, que se vino mi madre y todo, y nos pusieron en un hotelazo".

"Ya sabemos cómo es la gente de Bilbao"

Sin embargo, el parking era bastante pequeñito y no había demasiado hueco para maniobrar en su interior. Una situación que provocó que la cantante fuera incapaz de sacar el vehículo a la mañana siguiente, ya que había varias columnas que le impedían girar el vehículo por completo como para sacar el mismo del aparcamiento. Por esa misma razón, esta contactó rápidamente con el hotel bilbaíno para que le ayudaran a resolver la situación. En cuestión de minutos se presentó un hombre que tenía bastante claro qué hacer para solucionar el problema: "Ya sabemos cómo es la gente en Bilbao. Me dijo que me lo sacaba a maniobras".

El hombre lo intentó varias veces y lo único que hizo fue complicarlo todo todavía más: "Intentó sacarlo y no podía hasta el punto de que no se podía mover ni hacia adelante ni hacia atrás. Yo le quería matar". Mientras tanto, su madre trataba de tranquilizar a Rozalén recordándole que en el País Vasco la gente era así. No obstante, el hombre no se dio por vencido y sacó la artillería pesada para sacar el coche de allí: "Hace una llamada super apurado a dos trabajadores del hotel, Patxi e Iván, que bajan para ayudarle".

"Si está mal aparcado, lo mueven"

Una vez allí, y después de descubrir que iban a echarle un cable a la cantante, estos procedieron a mover el coche con sus propios brazos: "Lo movieron lo justo y el coche salió perfecto. Pasé de querer arrancarles la cabeza a una risa de que no me lo podía creer. Nunca había visto mover un coche a pulso". Algo que quiso compartir horas más tarde en el concierto que celebró en Bilbao, donde tampoco les extrañó demasiado la situación: "Cuando estaba en el concierto me dijeron que era habitual hacerlo en las fiestas. Si está mal aparcado lo mueven".

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Una situación que provocaba las risas tanto de los invitados como del propio entrevistador, quien aprovechaba la situación para seguir con la broma: "¿Cómo te crees que hemos montado este escenario? Pues entre dos y a pulso".