Un prestigioso podólogo lanza una advertencia sobre este tipo de chanclas para verano: "No está bien pensado"

El verano es el mejor momento para que nuestros pies descansen y estén al aire libre. Es una de las muchas conclusiones que ha dejado Víctor Alfaro, prestigioso podólogo español, durante una entrevista en la Cadena SER, en «Hora 25» con Aimar Bretos. Los paseos cortos por la playa, dejando que nuestras extremidades se hundan con suavidad en la arena o simplemente que nuestros pies gocen del aire libre con unas buenas sandalias, son hábitos frecuentes y, en gran medida, saludables. Sin embargo, como advierte Alfaro, lo más importante es un buen calzado. «Es el agente externo que más daña el pie. Es muy importante encontrar la horma de tu zapato, porque si no, te va a complicar la vida», ha asegurado. Porque una cosa es que el zapato entre, aunque sea a regañadientes, y otra muy distinta que el zapato o zapatilla sea cómodo o no provoque ningún daño. Sobre la conveniencia o no de un calzado u otro, el podólogo ha querido referirse a las chanclas. «Las de pasar el dedo son un buen calzado para no coger un hongo en una piscina, para no contagiarte, para no quemarte con la arena, pero no está en absoluto hecho para caminar», ha asegurado el podólogo del Real Madrid. Según afirma el especialista, las chanclas no están diseñadas para tal fin. «Cuando tú ves a alguien con una chancla de lateral, te fijas en que, cuando el pie está en el aire, tiene que hacer garra con los dedos para que no se pierda. Esa garra permanente genera mucha tensión en la fascia, es un calzado más inestable», ha dicho. «El verano es una época buenísima para liberar nuestros pies y hacer cosas descalzos o con sandalias, pero si vamos a caminar esa sandalia debe llevar algo que sujete ligeramente el talón, aunque sea una tira. Para evitar esa garra permanente con los dedos. La chancla de pasar el dedo no está bien pensada para caminar», ha sentenciado el podólogo del COI. Aunque pueda parecer un asunto menor, también hay un momento adecuado en el día para comprarse el calzado. El momento idóneo, según el experto, es al final del día. «Es un consejo de libro, el zapato se compra mejor por la tarde». Alfaro ha explicado que se debe a que es el momento del día en el que el pie se ha ensanchado, ya que si lo compramos a primera hora de la mañana, recién levantados, el pie estará más «recogidito» y puede encajar en el zapato a primera vista. Pero el problema puede llegar al final del día, cuando ese zapato que te iba bien ya no lo haga. «El consejo debería ser comprarlos mejor a partir de medio día para adelante y, además, elegir el ancho», ha afirmado. En muchas ocasiones, ha resaltado, compramos los zapatos por número, ya que es la opción que nos da el mercado: «Yo soy del 42, pero, claro, es que solo te está diciendo una distancia de largo, no de ancho. Tenemos empeines que son vamos, un 30% más anchos que otros».

Un prestigioso podólogo lanza una advertencia sobre este tipo de chanclas para verano: "No está bien pensado"

Víctor Alfaro es podólogo, especialista en biomecánica, director general de Podoactiva y podólogo del primer equipo del Real Madrid de fútbol y del Comité Olímpico Español

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