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Diego Golombek, científico argentino: "Nosotros también nos creíamos inmunes a la ultraderecha"

El gobierno negacionista de Milei asfixia a la ciencia, deja de financiar medicamentos y descontrola la epidemia de dengue

La ciencia argentina, infectada por la ultraderecha

Madrid

El presidente Javier Milei está asfixiando a la ciencia argentina. Después de eliminar el Ministerio de Ciencia, reducirlo a una secretaría y paralizar el gasto público, los investigadores o "parásitos" —así es como él llama a los científicos de organismos estatales— hacen lo que pueden para continuar con sus estudios y mantener en pie los laboratorios en los que trabajan, que no cuentan con un presupuesto actualizado y soportan a duras penas una inflación del 254,2%. La huelga general que ha paralizado el país esta semana no ha logrado frenar el "plan motosierra" de Milei, que quiere entregar la ciencia al sector privado y solo financiará investigaciones que tengan "un beneficio directo para la sociedad", en palabras de su portavoz Manuel Adorni. Por el contrario, la ultraderecha argentina considera que la ciencia básica —para ellos, todo lo que no sea Inteligencia Artificial y biotecnología— no sirve para nada. "Es una afirmación de enorme ignorancia porque la buena ciencia siempre llega a alguna aplicación que sirve a la sociedad, más allá de que conocer nuestro país, nuestros recursos naturales y a nuestra población ya es una aplicación en sí misma", explica el científico y divulgador argentino Diego Golombek, investigador del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas).

"Sin ciencia no hay desarrollo económico"

Una de las promesas de campaña de Milei fue acabar con numerosos organismos e institutos públicos, entre ellos el CONICET: "Afortunadamente, la regulación no permite eliminarlo con tanta facilidad; por el contrario, el Gobierno lo está asfixiando, retirándonos la financiación y, lo más preocupante, convenciendo a la población de que la ciencia es una aventura inútil", se lamenta Golombek, que recuerda que la ciencia es una de las bases del desarrollo económico. "Argentina destaca por la construcción de reactores o satélites que exportamos a otras partes del mundo, pero esa industria está ahora detenida. Sin ciencia no tendremos producción propia basada en el conocimiento, ni podremos explotar adecuadamente nuestros recursos".

Algunas decisiones del Ejecutivo negacionista de Milei ya están provocando consecuencias directas en la población, como la epidemia de dengue que afecta a América Latina y para la que Argentina no tiene un plan nacional de vacunación —ni suficientes repelentes, que ya se venden a precio de oro en el mercado negro—, o la interrupción de la subvención de medicamentos para patologías graves, que ya se ha saldado la muerte de, al menos, siete pacientes. "Destruir instituciones es muy rápido y fácil, reconstruirlas sabemos que es muy difícil. Ya hemos pasado por esto". Diego Golombek ha conversado con A vivir desde Buenos Aires y ha aprovechado para mandar un mensaje a los españoles: "nosotros tampoco pensábamos que esto nos podía pasar. Veíamos que había sucedido algo similar muy cerca, en Brasil, también en Estados Unidos, y nos creíamos relativamente inmunes. Pero parece que nadie lo está".

Isabel Bolaños

Es productora y guionista de ‘A vivir que son...