Un perro siembra el caos en la etapa del Giro y casi provoca un múltiple accidente

Valentin Paret Peintre, ciclista de Decathlon, se ha impuesto en la décima etapa del Giro de Italia que se ha disputado entre Pompeya y la cima Boca della Selva. El francés ha dominado en una etapa de 142 kilómetros que sigue colocando en la parte más alta al esloveno Tadej Pogačar, que mantiene el maillot rosa. Con este triunfo, el joven ciclista de 23 años ha estrenado su palmarés con un tiempo de 3 horas, 43 minutos y 50 segundos, manteniendo una media de 38 kilómetros por hora. Detrás de él, han pasado por línea de meta su compatriota Romain Bardet, a 30 segundos, y el esloveno Jan Tratnik, a un minuto.

El grupo de favoritos entró a 3.14 minutos, con Pogačar manteniendo un día más el maillot rosa, seguido del colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora) y del galés Geraint Thomas (Ineos). Este miércoles se disputará la undécima etapa, entre Foiano di val Fortore y Francavilla al Mare, de 207 km.

Un perro siembra el caos en la etapa

Más allá del triunfo del ciclista francés, la imagen más viral de la décima etapa la ha protagonizado un actor inesperado: un perro. Cuando faltaban setenta kilómetros para la meta, los corredores que marchaban en cabeza estuvieron cerca de sufrir un serio accidente que pudo ir a mayores porque un perro se cruzó en mitad de la carretera y casi protagoniza un accidente masivo. Afortunadamente, los ciclistas tiraron de reflejos y no sufrieron ninguna caída que pudiera haber terminado realmente mal. Poco después, varios corredores, que ya eran parte del pelotón, también pasaron por la misma zona. El perro apenas se movió y tuvieron que maniobrar muy rápido para que no se produjera ningún accidente.

Quinten Hermans, Simon Clarke y Alessandro de Marchi se marcharon en la parte más alta del pelotón buscando cruzar los primeros la línea de meta situada en la cima Boca della Selva. Lo que los tres ciclistas no contaban era con este inesperado actor que cerca estuvo de causar una tragedia. Sin ninguna protección ni medida de seguridad que impidiera su paso, el perro campó a sus anchas por el trazado por el que transcurrían los ciclistas en la etapa del Giro.

De hecho, el pelotón se acercó, y mucho, a la cabeza de la carrera, que se había escapado, ya que perdieron varios segundos mientras trataban de esquivar al perro para no atropellarlo ni tampoco sufrir un accidente.