El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha resultado herido muy grave en un tiroteo que se ha producido después de una reunión del gobierno de Eslovenia. El suceso se ha producido en la ciudad de Handlová. «Ha recibido múltiples disparos y actualmente su vida está en peligro», señala la cuenta de Fico en Facebook, que indica que fue trasladado en helicóptero a la localidad de Banská Bystrica, a unos 65 kilómetros de Handlová, donde se produjo el ataque. Según la súltimas informaciones, tras ser intervenido quirúrjicamente, está estable y su vida no corre peligro. El viceprimer ministro eslovaco confirmó anoche a la BBC que Fico había sobrevivido a una larga cirugía. Durante toda la tarde su vida corrió peligro, pero a esta hora el pronóstico es más favorable según su equipo de gobierno. En paralelo, sigue abierta la investigación policial. El atacante ya está detenido y, según el gobierno eslovaco, tuvo motivaciones políticas para intentar matar al primer ministro, cada vez más próximo a Putin y a la extrema derecha, con quien gobierna ahora en Eslovaquia. Fico ha recibido al menos un disparo en el abdomen. Se han escuchado al menos tres disparos y se han vivido momentos de caos con Fico en el suelo. El supuesto autor de los disparos, un hombre de 71 años, ha sido detenido y tenía una licencia de armas en regla. El ministro del Interior eslovaco, Matus Sutaj Estok, ha apuntado que se sospecha que tenía motivaciones políticas. El ataque se produjo cuando Fico abandonaba la casa de la cultura de la localidad de Handlová, en el centro del país, donde el Ejecutivo, de corte prorruso, había celebrado una reunión, informa el diario local Denník N. Fico estaba saludando a un pequeño grupo de ciudadanos reunidos en el exterior, uno de ellos con una pancarta antigubernamental, cuando se oyeron varios disparos. Los diputados de su partido, Smer, han solicitado la suspensión de la sesión parlamentaria prevista para este miércoles en Bratislava, según recoge el diario «Spectator». Fico es un dirigente populista, del estilo del húngaro Orban, que desde que está al mando ha dirigido a su país hacia la órbita de Rusia, es contrario al envío de armas a Ucrania y la oposición le acusa de querer silenciar a los medios y controlar a los jueces. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha condenado «enérgicamente» el ataque contra Fico: «Condeno enérgicamente el vil ataque contra el Primer Ministro Robert Fico. Estos actos de violencia no tienen cabida en nuestra sociedad y socavan la democracia, nuestro bien común más preciado. Mis pensamientos están con el primer ministro Fico y su familia». El presidente de EEUU, Joe Biden, también ha condenado el intento de asesinato. «Condenamos este horrible acto de violencia. Nuestra embajada está en contacto con el Gobierno eslovaco y preparada para ayudar», ha asegurado, según un comunicado difundido por la Casa Blanca. Por su parte, el presidente de Ucrania también ha mostrado su condena: «El ataque al Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, es atroz. Condenamos enérgicamente este acto de violencia contra el jefe de gobierno de nuestro vecino Estado socio. Se debe hacer todo lo posible para garantizar que la violencia no se convierta en la norma en ningún país, forma o esfera. Esperamos sinceramente que Robert Fico se recupere pronto y expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Eslovaquia». Además, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha reconocido su «conmoción» por la noticia del ataque al líder eslovaco. «Nada puede justificar la violencia ni este tipo de ataques», ha indicado. En este sentido, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha tachado de «terrible» el ataque contra el dirigente eslovaco y trasladado la condena de la Eurocámara ante este acto violento. «Mis pensamientos están con él y su familia en este momento tan difícil», ha indicado. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se ha sumado a las condenas: «Horrorizado e indignado ante el atentado contra el primer ministro de Eslovaquia. España está con Robert Fico, su familia y el pueblo eslovaco en estos momentos extremadamente difíciles. Nada puede justificar la violencia».