El mexicano que le robó una botella de vino a su padre y ahora tiene una bodega en Ribera del Duero
"Tenía claro que iba a ser ahí y me puse muy exigente"
Vicente Pliego, dueño de Bodega Pinea, que vino desde México hasta Aranda de Duero para dedicarse a su pasión | Foto: Arturo Sanz / Arturo Sanz
Si en la Ribera del Duero preguntas por el mexicano, todo el mundo sabrá que se trata del responsable de Bodegas Pinea: Vicente Pliego. Pero, hasta que la ha contado en el programa especial de Hoy por hoy desde Aranda de Duero, su bonita historia de amor con el vino no era tan conocida.
El mexicano ha explicado que, a diferencia de lo que sucede en España, allí la cultura del vino no se hereda, sino que, en todo caso, se adquiere: "En México hay una comunidad muy importante de españoles, pero todos mis antepasados, hasta donde yo sé, son mexicanos, lo cual no ha impedido que en casa siempre haya habido un gran respeto por el vino. Mi padre coleccionaba botellas de todo el mundo y, aunque tenías varios países favoritos, los de España tenían un apartadito muy especial".
Pliego ha confesado que "la Ribera del Duero tenía su sitio" entre la colección de su padre y que él, por algún motivo, siempre ha sentido "una gran atracción por el tempranillo de la Ribera".
Cultura dentro de una botella
Pero tiene muy claro que hubo algo que marcó un antes y un después en su relación con el vino: "Un día le robé una botella a mi padre y, en vez de reñirme, me llamó y me dijo: 'Ven para acá, chamaquín, que te voy a explicar qué te bebiste'. El objetivo era que entendiera el arte y la cultura que había dentro de esa botella".
Ahora, muchos años después, el bodeguero mexicano tiene claro que esa escena resultó decisiva. "Fue la primera semilla en la construcción de mi sueño. Eso me hizo ver que yo quería dedicarme a esto. Que soñaba con tener mi propio viñedo".
Fue así como, teniendo ya tres hijas pequeñas, decidió junto a su mujer mudarse a España, instalarse en Valladolid... y buscar un viñedo de tempranillo en la zona norte de la Ribera del Duero: "Tenía claro que iba a ser ahí y me puse muy exigente porque de eso dependía seguir o quedarme en el intento".
El país más rico del mundo
Su sueño hecho realidad de llama Pinea —en honor al pino mediterráneo que resiste junto al viñedo— y, aunque le costó que ciertas personas le tomaran en serio, él tenía claro a dónde quería llegar. "La primera botella fue todo un orgullo porque hacer vino es relativamente fácil, pero que te salga un vino como yo quería... ¡Uff! Cuando lo pones en manos de gente que sabe más que tú y ves que consigue tantos puntos y reconocimientos, y que traspasa fronteras, es bien bonito".
"La Marca España es superpriviliegiada. Como dice la campaña, es el país más rico del mundo... ¡y el vino es un producto bandera! Llegar con una botella de vino es una forma de defender un país, una ruralidad, mucho esfuerzo y toda una cultura", ha señalado en hoy por hoy, poniendo en valor que trabaja rodeado de un gran equipo de profesionales españoles.
El mexicano que le robó una botella de vino a su padre y ahora tiene una bodega en Ribera del Duero
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