El Parlamento Europeo ha celebrado este jueves el principal debate de los cabezas de lista europeos para las elecciones del 6 al 9 de junio, donde cinco recetas para la Unión Europea del futuro se enfrentan sin la presencia de ningún candidato de la extrema derecha o los ultraconservadores. El cabeza de lista es el perfil que, teóricamente, debería ser nominado al cargo de presidente de la Comisión Europea si su familia política gana las elecciones. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho que pactará con la ultradererecha si es necesario y ha trazado su línea roja sobre los «amigos de Putin» y el Estado de derecho. La candidata de los populares europeos (EPP) ha evitado señalar directamente a grupos de extrema derecha como los Conservadores y Reformistas (ECR) o Identidad y Democracia (ID) y ha tendido la mano a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ya que ambas trabajan «muy bien». «Trabajaremos con todos aquellos que apuesten por Europa», ha afirmado Von der Leyen, quien ha matizado que no habla «de grupos, sino de eurodiputados» para evitar referirse a fuerzas concretas, tras enumerar las que serán las líneas rojas de sus alianzas: «Pro Europa, pro Ucrania y el Estado de Derecho». Preguntada específicamente por sus contactos con Meloni, cuyo partido forma parte del grupo de ECR en el Parlamento Europeo, Von der Leyen ha señalado que ambas han trabajado «muy bien» y ha destacado sobre ella que es «claramente proeuropea» y que está «contra Putin», aunque sí ha admitido que su enfoque respecto a políticas LGTBI es «completamente diferente». Por su parte, Schmit, ha advertido este jueves a la actual cabeza del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, de que la «línea roja» de los socialistas para colaborar con ella será su acercamiento a los grupos de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas e Identidad y Democracia, a los que no considera «fuerzas democráticas». «No creo que ECR y ID sean fuerzas democráticas», ha apostilado Schmit, ya que, a su juicio, «tienen una visión muy diferente» de los valores europeos, para lo que ha puesto como ejemplo los gobiernos de coalición en los que participa en Suecia o Italia, donde les ha acusado de producir noticias falsas y atacar a los derechos de las mujeres y la libertad de prensa. En referencia a sus «líneas rojas», ha explicado que estas ya han sido «claramente expuestas» en la declaración de Berlín, que han firmado «muchos partidos», a excepción de los «populares». «Necesitamos claridad y no ambigüedad», ha resaltado, antes de insistir en que no habrá «alianza con la extrema derecha». El representante de los Liberales europeos (Renovar Europa), Sandro Gozi, también ha señalado a Von der Leyen y la connivencia del Partido Popular Europeo (PPE) con la derecha radical, criticar que «estén dispuestos a abrirse» a pactar con el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el que ahora se integran Vox y el ultraderechista Hermanos de Italia de Giorgia Meloni. «Están absolutamente en contra de Europa, quieren desmantelar Europa desde dentro y hay que combatirlo», ha afirmado Gozi en una de sus intervenciones durante la que ha lamentado que tanto ECR como el grupo de Identidad y Democracia (ID) representen a la extrema derecha en la Eurocámara. «Siempre diremos que no a las alianzas con la extrema derecha», ha añadido el político italiano. Sin embargo, pese a exigir al PPE que tome distancia de los partidos extremos, Gozi no ha querido responder a si por la misma razón será excluido de los liberales el holandés Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), formación que en Países Bajos se ha sumado a la coalición de gobierno del ultraderechista Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders. «Se discutirá el 10 de junio», ha zanjado, en alusión a que será una decisión del grupo a partir del día después de las elecciones. También la candidata de los Verdes, Terry Reintke, ha advertido de que si los «populares» trabajan con los Conservadores y Reformistas «todo el Pacto Verde se vería invalidado», lo que sería, según ha lamentado, un «desastre para las generaciones futuras», al tiempo que ha pedido a los liberales que den una «señal clara ahora» y expulsen al PVV de su grupo parlamentario. En la misma línea, el representante de la Izquierda, Walter Baier, ha apuntado que la manera de «contrarrestar» los discursos populistas es «excluir la agenda y los argumentos de la extrema derecha del discurso público». En el debate han participado también los candidatos de los socialdemócratas (S&D), Nicolas Schmit; de los liberales (Renew), el italiano Sandro Gozi; de los Verdes, la alemana Terry Reintke, y de la Izquierda Europea, el austriaco Walter Baier, mientras que no han sido invitados los representantes de los grupos de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas ni de Identidad y Democracia, ya que, según la UER, no han presentado ningún candidato. No han participado en el debate de hoy los dos partidos de extrema derecha que no suscriben el concepto de «cabezas de lista» y que lo consideran una intromisión en una competencia de los jefes de Estado y de Gobierno: son los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) e Identidad y Democracia (ID). Los primeros nunca tuvieron intención de participar, pero los segundos quedaron excluidos por no haber nominado formalmente a un cabeza de lista, uno de los requisitos de la Unión Europea de Radiodifusión para este evento. Ambos grupos acogen a la mayoría de partidos de ultraderecha europeos y crecerán en escaños en junio, pero su capacidad de influencia dependerá de cómo tejan alianzas y de su previsible fragmentación, incluso en más de los dos grupos que existen ahora.