Internacional | Actualidad

Netanyahu califica de "grave incidente" el ataque a un campo de desplazados en Rafah que ha dejado 45 muertos

El primer ministro de Israel asegura que están "investigando el caso" porque esa es su "política"

Imágenes del ataque israelí a un campo de refugiados en Rafah

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en una imagen de archivo. / Europa Press

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha calificado de "grave incidente" el bombardeo en la víspera del Ejército sobre la ciudad de Rafah, que dejó al menos 45 muertos, durante su intervención este lunes en la Knesset, entre los abucheos y las protestas de las familias de los rehenes allí presentes. E este sentido, ha considerado que algo ha ido "trágicamente mal" en el ataque aéreo.

Más información

"Lo sucedido en Rafah es un trágico incidente. Estamos investigando el caso, esa es nuestra política. Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia", ha dicho Netanyahu en una audiencia en la Knéset (Parlamento israelí) con familias de rehenes sobre la guerra en la Franja, que suma más de 36.000 muertos, más del 70 % civiles.

Al menos 45 personas han sido asesinadas esta noche como consecuencia de un ataque israelí en una supuesta "zona segura" en el barrio de Tal al Sultan, en el noroeste de Rafah, donde había cientos de personas desplazadas en un campamento improvisado que Israel aún no había ordenado evacuar. El Ejército indicó que se trató de una "operación precisa basada en inteligencia" dirigida a eliminar a dos altos mandos de Hamás que se encontraban en un edificio en la zona; aunque admiten que luego se generó un incendio que provocó un alto número de víctimas mortales.

El Fiscal General Militar, el mayor general Yifat Tomer Yerushalmi, ordenó abrir pesquisas sobre este bombardeo al Mecanismo de Investigación y Evaluación del Estado Mayor, una entidad semindependiente formada por exmilitares que ya investigó hace un mes el ataque de Israel a un convoy humanitario de la ONG World Central Kitchen, en el que murieron siete de sus empleados, seis de ellos extranjeros.

"Antes del ataque, se tomaron una serie de medidas para reducir el riesgo de dañar a civiles no involucrados, incluida vigilancia aérea, el despliegue de municiones precisas e información de inteligencia adicional. Sobre la base de estas medidas se evaluó que no se esperaba ningún daño a los civiles", indicó el Ejército sobre el ataque anoche en Rafah.

Netanyahu ha asegurado que lo ocurrido el domingo "es una tragedia para Israel", pero una "estrategia para Hamás" y ha insistido en que no tiene intención alguna de poner fin a la guerra sobre la Franja de Gaza, recoge 'The Times of Israel'.

"Quienes dicen que no están preparados para resistir la presión levantan la bandera de la derrota (...) seguiré luchando hasta que se levante la bandera de la victoria. No tengo intención de poner fin a la guerra antes de que se hayan alcanzado todos los objetivos", ha subrayado. "Si cedemos, la masacre volverá. Si cedemos, le daremos una gran victoria al terrorismo, a Irán", ha añadido, entre las críticas de los familiares de los rehenes de Hamás, quienes le han reprochado a él y a su Gobierno estar boicoteando un acuerdo para decretar un alto el fuego y traer devuelta a los cautivos.

Así, se ha referido a las últimas filtraciones en la prensa de que el Gobierno no estaría cooperando en este sentido como "mentiras que solo dañan a las familias" y se ha quejado de que se ponga el foco en él y su gabinete y no en los líderes de Hamás.