"Es muy difícil vestir a un cadáver, normalmente no les entra ni la ropa que llevaban ayer"

No es el trabajo mejor reconocido, pero prácticamente todos han requerido de sus servicios en algún momento. Las personas que se dedican a amortajar a los difuntos tienen una tarea sencilla y a la vez compleja: conseguir que el cadáver de una persona se parezca a sí misma lo máximo posible. "Una de las cosas más bonitas que puedes oír cuando estás allí y después de haber hecho el trabajo, es la típica frase de: 'Mira si parece que está dormida", cuenta la experta en protocolo funerario Paloma Contreras.

Conseguirlo no es siempre sencillo, porque en cuanto el corazón deja de latir, el cuerpo cambia radicalmente. "Se hincha", explica Contreras, que ha desvelado en 'El Faro' uno de los secretos de las tanatopractoras: "Muchas veces cortamos la ropa por detrás, porque es muy difícil vestir a un cadáver, normalmente no les entra ni la ropa que llevaban ayer".

Pedir que te entierren con la camiseta de tu equipo favorito

La tradición ha hecho que muchas personas sean enterradas con sus mejores trajes. Lo habitual, dice Contreras, es que el atuendo lo elija la familia o que la persona haya expresado su deseo antes de morir. "Si tú has dicho que quieres que te entierren con la camiseta del Barça, del Real Madrid o vestida de Pikachu es la familia quien cumple ese deseo", explica. Ante la pregunta de Mara Torres sobre si es habitual recibir ese tipo de peticiones, Contreras sostiene que ver en el ataúd a gente vestida con la camiseta de su club favorito es "mucho más recurrente de lo que creemos".

Cuando el cadáver llega sin ningún traje y la familia no ha llevado ninguno se le pone un sudario o la mortaja. "Ahora son de gran calidad, con características especiales y que suelen ayudar a la descomposición", añade.