«Pa habernos matao», propone Àngels Barceló como titular de la noche electoral en Europa. La directora del Hoy por Hoy destaca que es «indiscutible» el auge de la ultraderecha y recuerda que «en dos países, fundadores de la UE, ya hay consecuencias políticas por la victoria de la ultraderecha» pero se queda con que «el bloque de partidos europeístas, de partidos tradicionales, pueden contener esta ultraderecha». El politólogo Víctor Lapuente sigue esa línea y también apunta que los resultados han sido «susto pero no muerte»: «Mantenemos una mayoría proeuropea y eso es muy importante», insiste, aunque cree que no hay que pasar por alto la parte negativa y es que «los ultras ascienden y ya son uno de cada cuatro europarlamentarios». También lamenta que tras esos votos para la ultraderecha haya muchas papeletas de jóvenes y advierte: «No son flor de un día porque se han sabido reinventar y tienen esa capacidad de conectar con ese odio hacia el diferente y acoger el resentimiento». Lapuente señala que el voto a la ultraderecha está aparejado a «la permanente sensación de abandono por las élites políticas» y llama a cuidar lo público «porque esa es la puerta de entrada a la ultraderecha», sentencia, recordando a los habitantes de pequeños pueblos franceses que se hayan podido sentir abandonados por las capitales. El periodista Antón Losada cree que hay que poner en perspectiva el auge de la ultraderecha: «En 2014, la ultraderecha marca blanca, la que lidera Meloni, tenía 70 eurodiputados, ahora tiene 71 y la ultraderecha mala, antieuropea, tenía 48 y ahora tiene 57. Está subiendo la ultraderecha pero las encuestas no nos decían eso, nos decían que iban a asaltar el carril central de la UE. Ellos no venían a subir, venían a convertirse en el socio preferente del PPE y han fracasado», resume. El también periodista José Miguel Contreras añade a esos titulares una frase de Juego de Tronos, «Not today»: «Tocaba morir pero no va a ser hoy». Explica que «Europa tocada pero no hundida» y, como sus compañeros, pone el foco en que «salen los números» para que haya «un periodo de estabilidad de 5 años» en el viejo continente. Durante ese tiempo, llama a «hacer frente a este problema». Contreras quiere ser positivo y pensar que vendrán nuevas coyunturas pero que «sobrevivir a lo que ha pasado» como una pandemia y las consecuencias de la guerra en Ucrania, es «como para estar contentos».