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La reducción de la jornada laboral, sin documentos encima de la mesa cinco meses después

Desde que en enero el Gobierno, la patronal y los sindicatos comenzasen a explorar las vías para disminuir la jornada laboral sin merma salarial nos encontramos en la casilla de salida

La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. / Europa Press News

La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz.

Madrid

La negociación para reducir la jornada laboral de 40 horas semanales a 38,5 horas va al ralentí. Desde principios de año, más allá de palabras y buenas intenciones sobre la mesa "no se ha puesto ni un solo documento", aseguran fuentes sindicales a la SER, solo palabras, únicamente "fantasía" en boca de algunos de los que este lunes se vuelven a sentar en la mesa.

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El Gobierno y los agentes sociales trataron este asunto por primera vez en enero y en estos meses, todo hay que decirlo, se han colado otros asuntos que, por motivos de calendario, urgían, como la reforma de subsidio por desempleo, algo que les ha llevado dejar la reducción de la jornada en reposo.

Lo cierto es que una vez terminado el ciclo electoral, Yolanda Díaz quiere centrarse en su cartera y su deseo es que esta semana su medida estrella coja "velocidad de crucero" para llegar a tiempo al compromiso marcado. Establecer la jornada laboral máxima legal en las 38,5 horas semanales en 2024 y tener el acuerdo firmado con los agentes sociales antes de verano.

El optimismo por parte de los agentes sociales es escaso, aunque los sindicatos no descartan cerrar un acuerdo antes de las vacaciones de verano: "Sería lo deseable, cosas más difíciles hemos hecho", apuntan.

Parálisis entre los sindicatos y la patronal

Toda negociación tiene contrapartidas aunque en este caso cuesta entender que el diálogo bipartito al que se emplazaron los agentes sociales haya dado tan pocos resultados. En el apartado de flexibilidad, la patronal habló de elevar el número de horas extraordinarias, ahora el máximo legal está en 80 anuales, algo a lo que Comisiones Obreras se negó y que para UGT no tiene ningún sentido mientras no haya un control férreo del registro horario y fuertes sanciones para los empresarios que incumplan.

De modo que, en este punto de rigidez, toca mirar de nuevo al Ministerio para tratar de reanimar esta cuestión de la que se pueden beneficiar doce millones de trabajadores, según cálculos de Trabajo.

¿Qué dicen las cifras?

La merma de horas laborales parece factible si ojeamos los convenios colectivos registrados hasta mayo en el Ministerio.

  • La jornada media está en las 38,6 horas semanales, es decir, prácticamente en línea con lo que marca el acuerdo de Gobierno para este año.
  • Trabajo tiene inscritos 2.723 convenios que dan cobertura a nueve millones de trabajadores. De estos, algo más de 5,5 millones tienen pactadas 38,5 horas semanales o más. Por lo tanto, este grupo sería el que notase la primera reducción.
  • Si la jornada laboral mengua hasta las 37,5 horas la estimación del Ministerio es de doce millones de beneficiarios.
  • Casi un millón de asalariados del sector privado ya tienen pactadas menos de 37,5 horas semanales. Es decir, ya hay sectores que trabajan por debajo de la aspiración del Gobierno. En el peor de los casos se trata de reducir 43 horas de trabajo anuales en 2024.

A primera hora de la tarde está prevista una nueva reunión entre Gobierno, los sindicatos y la patronal y, aunque no se esperan grandes avances, puede ser el primer paso para desbloquear la medida estrella de la legislatura en materia laboral.

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