Roberto Baggio y su familia, secuestrados en un robo en su casa durante el España-Italia de la Eurocopa 2024

Este jueves se disputó el España - Italia de la jornada 2 de la fase de grupos de la Eurocopa 2024. Todas las miradas de los amantes del fútbol estaban puestas en lo que es ya un clásico del viejo continente, gracias también a las leyendas que han vestido las camisetas de ambas selecciones. Estas seguro que lo siguieron también, ya sea desde sus domicilios o desde el propio Arena AufSchalke de Gelsenkirchen, donde se jugó el partido, pero hubo una que vivió un suceso de lo más desagradable en el transcurso del mismo: Roberto Baggio.

El exfutbolista tuvo uno de los peores días de su vida, y no por el resultado del choque, sino por lo que ocurrió en su villa mientras lo veía. Un grupo de al menos cinco hombres armados asaltaron su casa sobre las 22:00 horas con la intención de realizar un robo, tal y como ha informado el 'Corriere del Veneto'. El medio publica que la leyenda italiana "intentó enfrentarse a uno de los asaltantes y después de un brevísimo forcejeo, el ladrón le golpeó en la frente con la culata de un arma, provocándole una herida profunda".

Tras ello, Baggio y su familia habrían sido encerrados en una habitación mientras los ladrones saqueaban la vivienda, llevándose joyas, relojes, dinero y diversos artículos que allí se encontraban. El valor de lo sustraído aún no se ha publicado con exactitud. Una vez que pasó un tiempo, Il Divino Codino logró salir de la estancia donde estaban retenidos al entender que los asaltantes ya se habían marchado y llamó a la Policía, para después ser llevado al hospital de Arzignano, donde fue atendido de la herida que tenía en la cabeza, la cual tuvo que ser suturada con varios puntos.

'La Gazzetta dello Sport' informó que el encierro de la leyenda italiana y su familia duró alrededor de 40 minutos. Las autoridades están analizando las cámaras de seguridad de la villa privada de Baggio y se iniciará la investigación para intentar detener a los delincuentes. Lo que está claro es que, al margen de la pérdida material, lo que no les quita ya nadie es el shock y el miedo que pasaron en un jueves aciago.

La leyenda de Roberto Baggio

Roberto Baggio fue uno de los mejores jugadores de la década de los 90 del siglo pasado. Jugó en grandes equipos como Fiorentina, AC Milan o Inter de Milán, aunque su gran recuerdo a nivel de clubes lo dejó con la camiseta de la Juventus de Turín. Tenía un talento de los que se pueden definir como generacional y un carácter ganador único, fue uno de los delanteros que engrandeció la leyenda de Italia.

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En su palmarés cuenta con grandes títulos como dos Serie A, una Coppa Italia o una Copa de la UEFA, pero sin duda a nivel individual es donde está el gran trofeo que define su dimensión para quien no lo vio jugar: el Balón de Oro 1993. En la era del catenaccio, Il Divino Codino era la nota de calidad que daba el punto de inflexión para definir ese entramado italiano basado en la solidez como equipo. Un jugador que marcaba diferencias. Aunque también con sombras.

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Baggio jugó tres Mundiales (1990, 1994 y 1998), pero en su memoria estará para siempre el de Estados Unidos de 1994. Fue la gran estrella de una Selección italiana muy fuerte y anotó cinco goles en los siete partidos que disputó, aunque en el momento de la verdad, en la final de la Copa del Mundo contra Brasil, llegó el momento más duro de su carrera. Tras un partido duro en el que ninguno de los dos equipos pudo imponerse al otro, llegaba la tanda de penaltis. El 10 tomó la responsabilidad del último lanzamiento. Era el jugador del torneo, había firmado actuaciones antológicas, pero su disparo desde los once metros se fue por encima del larguero. La Azzurra perdida y Roberto dejó una imagen mítica tras el fallo, la de él totalmente denostado con los brazos en jarra.