Vida

Madrid

Pues hoy nuestra palabra es vida, sin que la afirmación tenga tono profético, aunque pueda sonar a eso. Nuestra vida nació de la vita latina, una palabra que definieron en origen académicos que se ve que creían en la eternidad. Porque para ellos la vida era "la unión del cuerpo y el alma y, por eso, en su separación consiste la muerte", según dejaron escrito en el diccionario de 1739. Hoy la vida es, sencillamente, el hecho de estar vivo. Y, por extensión, es también la fuerza o la energía con la que obramos quienes disfrutamos de ella.

Vida es un término de curiosa vida, porque la palabra castellana no dio vida a otras. Porque para nombrar todo lo referido a la vida nuestros antepasados construyeron palabras a partir de la raíz clásica. Por eso, lo relativo a la vida es vital, la fuerza para vivir es vitalidad, de quien vive con entusiasmo decimos que es vitalista, lo que dura toda la vida es vitalicio, y nuestra vida profesional la contamos en un curriculum vitae. Y para completar la familia, los constructores de palabras bebieron de los griegos para quienes la vida era “bios”. Y así el relato de una vida no es una “vitagrafía”, sino biografía, y la ciencia que estudia a los seres vivos es la biología, no la “vidalogía”. La palabra ha servido para acuñar decenas de expresiones coloquiales, pero conviene recordar que algunas son meramente metafóricas. Por eso cuando nos preguntan qué es de nuestra vida solo nos están saludando, tampoco conviene extenderse...