Bondy, del origen de Mbappé a las legislativas francesas
El espíritu del futbolista sigue presente en esta ciudad que lo vio crecer
Bondy (Francia)
No ha vuelto a poner los pies en el campo de fútbol de la Asociación Deportiva Bondy desde 2018, porque habría un tumulto, y se marchó de allí en 2011 a los trece años para proseguir su formación, pero el espíritu de Kylian Mbappé sigue presente en esta ciudad que lo vio crecer. Sus recientes declaraciones desde la Eurocopa de Alemania como capitán de la selección llamando a votar contra los extremos en las próximas elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio han sobrevolado de una manera aún más especial en esta mestiza población de 50.000 habitantes de la periferia este de París, en el bullicioso departamento del Sena-Saint-Denis. Nosotros fuimos al encuentro de los responsables y chicos que continúan allí y les pedimos su opinión.
El director deportivo de fútbol de una de sección que cuenta con mil licenciados, Satli Mourad, acaba de arbitrar un partido entre chavales de ocho y nueve años, que salen vestidos con la camiseta verde del club. Mourad, nacido en Argelia y llegado a Bondy con ocho años también ha sido jugador profesional como defensa central trotamundos entre Bélgica, Rumanía, su país de origen y Catar. Se encarga de la sección desde hace un año y tiene la perspectiva de qué significan estas palabras de Mbappé.
“Como persona muy influyente sobre los jóvenes en Francia y, sobre todo, aquí en el Sena Saint-Denis, se dijo que era su deber hablar y decirle a los jóvenes su opinión para que fueran a votar porque, después, ¡será demasiado tarde!”, comenta a cerca del riesgo de que la ultraderecha de Marine Le Pen se haga con el gobierno después de haber quedado ya ampliamente por delante en las recientes elecciones europeas. “Un boletín, dos boletines, tres boletines... ¡todo puede contar! Nos toca a nosotros movilizarnos y dar nuestra opinión. Kylian la ha dado y la comparto completamente”, confiesa.
De hecho, Mbappé no señaló a ningún partido en concreto para votar o para no votar. No dijo que se tenía que votar a la mayoría del presidente Emmanuel Macron ni tampoco en contra del Nuevo Frente Popular de izquierdas, donde los insumisos de Jean-Luc Mélenchon son señalados también por los macronistas como de extrema izquierda. Pero se le entendió que se refería, en concreto, a los lepenistas que aspiran a colocar al joven Jordan Bardella, nacido precisamente en Saint-Denis, como primer ministro.
“Kylian es hábil con las palabras”, remarca Mourad. “Sabe entrar en la cabeza de la gente y explicarles cómo ve las cosas y cómo las interpreta. Después, corresponde a cada uno comprenderlo”, continúa mientras recuerda que en el club, directamente, se dejó de hacer política cuando tuvieron un problema al apoyar hace cuatro años a la alcaldesa socialista saliente frente al alcalde conservador que acabó ganando, en el primer paso a la derecha en la historia del ayuntamiento.
A su lado, hablamos más tarde con los hermanos Bradley y Rock Adjovi, de 21 y 19 años, de padres de Benín, vinculados desde pequeños a la entidad y que se decantan el mayor por el Real Madrid y el menor por el Barça. Reconocen que no fueron a votar en las europeas. Y que, ahora, sí que se sienten interpelados por la llamada de Mbappé y piensan ir a votar, al menos en la segunda vuelta. “Intentó hacerlo pasar de forma discreta pero, sí, todos lo entendimos“, explica Rock, menos tímido y ahora también entrenador de los chicos de ocho y nueve años. “Sabemos a quién votar, y sabemos a quién no hay que votar”, remata. “Sí, estoy de acuerdo con Kylian, hay que ir a votar”, asiente Bradley. “Es muy importante para nuestro país”, prosigue al tiempo que nos reconoce que aún no sabe qué papeleta elegirá.
El director deportivo Mourad considera que, para la entidad, la fulgurante carrera de Mbappé, que la temporada que viene jugará en el Real Madrid procedente del PSG parisino, tiene tanto “una influencia positiva como negativa”. “Nos ayuda, no lo escondemos, estamos en contacto con su madre”, detalla sobre esta relación con Fayza Lamari, de origen argelino y que practicó el balonmano en el club. “Pero, por otro lado, ahora los padres alrededor quieren todos tener al nuevo Mbappé”, sobre la presión que reciben cuando traen a sus chicos al club.
Y Mourad recuerda una cosa significativa de todos estos años desde el principio del siglo XX cuando el padre, Wilfrid Mbappé, nacido en Camerún, era el entrenador de las categorías inferiores: "Nosotros tuvimos a su padre como entrenador, somos más o menos diez o quince jugadores que hemos sido profesionales. Fuimos como prototipos, nos preparó en nuestra carrera. Vio los errores que cometimos y, ahora con su hijo, no comete los mismos errores". Entre los otros futbolistas destacados que han salido de esta cantera, están William Saliba, del Arsenal y defensa titular de la selección, Jonathan Ikoné 'Jorko', centrocampista del Fiorentina que juega por la selección congoleña, o Sébastien Corchia, defensa ahora en el Amiens pero que ha pasado por el Sevilla y el Espanyol.
Una pregunta, en todo caso, vuelve al final de las entrevistas sobre la situación que vive el país y, en concreto, en este departamento el más poblado y mestizo de Francia. ¿Tienen miedo de que, realmente, el ultraderechista Bardella se convierta en primer ministro de aquí a un mes? “Sí, ¡tengo miedo!, porque lo que dice y cómo lo dice, da miedo”, reconoce Mourad, aunque luego añade: ¿Será capaz de cambiar las cosas como él quiere? No lo creo”.
¿Y la posible tensión que esto conlleve? “¡La tensión ya existe! Hace años que hay tensión en Francia. Esto lo va acentuar, pero no más que eso. ¿Pero va a cambiar el día a día de los franceses? No”, contesta rotundo el director deportivo.
Una mezcla de reacciones entre conciencia y desconfianza en la política por parte de todos nuestros interlocutores, como una especie de fatalismo. En las europeas, los insumisos se impusieron en el departamento con un 37%, por delante del 17% de los lepenistas, el 13% de los socialistas y el 8% de los macronistas. Y, en Bondy, la tendencia aún fue más marcada, con un 48% para los los insumisos y un 12% para los lepenistas. Pero en todo el departamento a penas votó el 43%, por debajo del 51,5% global.