Carolina Durante baja al barro: así es vivir un concierto de un grupo que llena el WiZink en una sala para 200 personas
La banda madrileña cierra el ciclo de conciertos donde ha apadrinado a cinco bandas emergentes en lo que es la antesala de su tercer disco
En tiempos de sold out rimbombantes en estadios, de comprar entradas con más de un año de antelación y de festivales a tutiplén en cada ciudad... las salas de conciertos van menguando año a año. Sin embargo, un sector de la industria musical sigue apostando por la mística de estos locales donde, generalmente, todo empieza. Carolina Durante, gran banda del pop punk patrio, ha pasado por muchas de ellas antes de coronar carteles y llenar un WiZink (algo que intentarán repetir en 2025). El Juglar fue la primera que pisaron como grupo en un febrero de 2017, y le siguieron las madrileñas Sala El Sol y Siroco, la Sidecar de Barcelona, la Planta Baja de Granada, el Dabadaba en San Sebastián y muchas más. También la Wurlitzer Ballroom, a la que regresaron este martes para cerrar un ciclo único titulado Elige tu propia aventura, como el nombre de su tercer disco al que solo le falta el emplatado.
Carolina Durante era ese "grupo sorpresa" que era un secreto a voces. Lo ha sido durante los cinco conciertos que han dado en la Wurli —mítica sala pegada a la Gran Vía de Madrid— a la vez que apadrinaban a bandas emergentes que a Diego, Martín, Mario y Juan les flipan: Alcalá Norte (que ya no necesita presentación tras su boom con La vida cañón), Corte!, Las Petunias, Tetas Frías y Error 97. Éstos últimos fueron los encargados de cerrar la aventura que tiene como germen un bolo sorpresa que dieron los carolinos en el Sound Isidro, un festival que verdaderamente apuesta por las salas madrileñas. Les debió de gustar tanto que a los pocos meses repitieron, siendo ellos los mecenas de este tinglao.
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Error 97 salió rabioso ante un público que practicó los primeros pogos sobre un suelo que vibraba sin pausa, más aún cuando una parte de Amor Líquido se sumó a la fiesta para cantar Que noo. El aire acondicionado se dejó de sentir con su hit Nunca vuelvas a pisar Madrid que dio paso al grupo que tanto les ha influenciado en su corta carrera. "Fuimos a ver a Carolina Durante en la Riviera", recordaron incrédulos ante una situación que, cuando tenían 16 años, ni llegaron a plantearse. Ahora compartían noche en la Wurlitzer. Tras el agradecimiento, llegó el momento esperado, por el que el público pasó horas haciendo cola en la calle de las Tres Cruces de Madrid. Todo para ser uno de los 200 afortunados que pudiese decir "yo estuve allí".
Dio igual el reventón húmedo que azotó la tarde de Madrid, la única forma de vivir un concierto así era comprando entradas a la antigua. En taquilla. Y para ello tenías que ser el más rápido. Eso sí, para amenizar la espera, los integrantes de Carolina Durante salieron a la calle a cantar En verano y La noche de los muertos vivientes, ambas de Necromántico, su primer EP de 2017. El viaje al pasado era total. Volver a una de las salas donde dieron sus primeros conciertos cantando sus primeras canciones. "Deseo estar siempre en este momento", arrancó Diego Ibáñez, ya dentro de la sala. Una frase que retumbó en la cabeza de todos por lo certera que era en ese preciso momento. Un comienzo que dio paso a una tormenta de canciones desde 10, Granja escuela, Aaaaaa#$!& (u hostias, como ellos la llaman), Cementerio, Niña de hielo y Moreno de Contrabando.
El "sudor, guiris y Madrid vacía" nunca tuvo tanto sentido como esta vez. Diego, que llevaba una camisa vaquera, y toda la banda (incluido el quinto y nuevo integrante que les acompañará a partir de ahora) ya estaban empapados. También el público, que llevaba brincando y pogueando desde el minuto 1. Cuando se tomaba un respiro, se dejaba llevar con un vaivén imparable, como cuando un barco baila en un mar rebelde.
Así, salpimentando temas de sus dos discos Carolina Durante y Cuatro chavales, además del EP Examiga —que lleva de título el primer nombre que se barajó para el grupo— se llegó a Elige tu propia aventura, el primer adelanto de su tercer disco. La gente, que llevaba la lección aprendida, la cantó entera, con especial empeño en la frase "elijo salir hoy que es martes". Porque era lo que todos estaban haciendo. Una explosión de emociones que dio paso al momento balada (con trompeta y violín sobre el escenario) con Colores, aunque esta vez faltó El perro de tu señorío que se cayó del setlist. No fue la única canción top que se quedó fuera.
El lamento Joder, no sé y la sentimental El parque de las balas, con el que nunca falta ese abrazo con tus colegas, marcaron el ecuador del bolo. Diego, vocalista de Carolina Durante, enloqueció y empezó a andar por el techo (sí, como lo leen) mientras cantaba La noche de los muertos vivientes. El público le llevó en volandas, literalmente, por toda la Wurlitzer. La conquista era tal que saltó Barry B a cantar una de las nuevas canciones del próximo disco de los carolinos... ¡y parecía que la gente se la sabía! "Al final nunca es tarde para huir de todo esto que hay aquí", gritaban. También presentaron el segundo adelanto del tercer elepé (saldrá este viernes) que es Joderse la vida, tema con toque britpop noventero que habla de la generación perdida que solo sobrevive con la autodestrucción. Un mantra que se repite una y otra vez en su discografía y que funciona siempre.
Casa Kira, Famoso en tres calles y Las canciones de Juanita cerraron una noche única (y llena de sudor) que se guardará en la memoria de los Duranters presentes en la Wurli. Algunos decidieron vivirla dentro del pogo, otros desde la barrera, o incluso sentados en la barra, pero seguro que todos la recordarán como aquella vez que fueron protagonistas de uno de los mejores conciertos de Carolina Durante. Y eso que no tocaron Cayetano. Porque sí, hace tiempo que no les hace falta cantar Cayetano.
Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER y forma parte del programa de música indie 'Fuego y Chinchetas'....