Carmen Raigón es Carmen Sevilla: "En alguna función nos han gritado que respetemos a Franco"
'El novio de España' es una obra sobre el idilio artístico entre Carmen Sevilla y Luis Mariano, ambientada en 1952 y que mira al pasado para advertirnos de lo que no puede volver a suceder. Escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio, Carmen Raigón interpreta a la actriz fallecida hace un año
Carmen Raigón es Carmen Sevilla: "En alguna función nos han gritado que respetemos a Franco"
Juan Carlos Rubio es guionista, dramaturgo, director, productor. Uno de los más prolíficos del panorama escénico español actual. No para. "No paras, ¿cómo lo haces?", le comento. "Vosotros tampoco, ya me dirás tú", me responde. Rubio es el autor y director de El inconveniente, una obra que su protagonista, Kiti Manver, nos presentó en La Hora Extra. Es el director de la adaptación de El sonido oculto, con Toni Acosta y Omar Ayuso, que también estuvo el año pasado en el programa de cultura de la Cadena SER. Son solo dos ejemplos, pero hay muchos más que hacen que este joven de Montilla nos resulte tan familiar. Y hemos disfrutado mucho sus trabajos.
Entre otros proyectos, porque tampoco es el único de este 2024, Juan Carlos viene a presentarnos El novio de España, una obra que estrenó a finales del año pasado y que llega ahora, después de una calurosa acogida por varias ciudades españolas, al Teatro La Latina de Madrid. El novio de España es la segunda pieza de una trilogía que pretende hablar de nuestra tierra, de nuestros personajes y de nuestra música. En 2021 nos trajo a Diana Navarro debutando en el teatro con En Tierra de nadie, un encuentro entre Federico García Lorca, Concha Piquer y Rafael de León, en 1936. El novio de España recuerda el idilio artístico entre Carmen Sevilla y Luis Mariano, estrella de cine, divo de la canción, rey de la opereta. Estamos en 1952, durante el rodaje de Violetas imperiales.
La obra es muy luminosa, muy tierna y muy divertida, juega maravillosamente con estos ingredientes para mostrar una historia y un contexto duros, muy oscuros, los de una dictadura en la que se impuso la victoria y no la paz, en la que muchos se vieron forzados al exilio y otros tantos que se quedaron tuvieron que callar y disimular. De esto va El novio de España: "Las guerras empiezan porque no se respeta la democracia ni la libertad". Con Juan Carlos Rubio viene Carmen Raigón, que interpreta a Carmen Sevilla y porque hemos querido recordar a la actriz este 27 de junio que se cumple un año de su fallecimiento. Pero podrían acompañarnos también Christian Escuredo (Luis Mariano), Dídac Flores (Felip), Carmen Morales (Rosalía, marquesa de Cangas) y hasta Chema Noci que pone voz al NO-DO. Están todos extraordinarios.
Tras varios meses de gira por varias ciudades, ¿es distinta la respuesta del público dentro que fuera de Andalucía?
Carmen: Bueno, te diría que no, la verdad es que en general el recibimiento es muy bueno. La gente sale con con una sonrisa de oreja a oreja de la función, que es el objetivo. Y la verdad es que todo el mundo la ha recibido muy bien.
Juan Carlos: Hay un cóctel de nacionalidades en esta función dentro de la península, tenemos a Carmen, que es andaluza; Luis Mariano, que es del País Vasco; la marquesa de Cangas, que es gallega, es un personaje de ficción, pero es gallega; y Felip, que es catalán. Entonces también hablamos en las cuatro lenguas en la función y nos permitimos fantasear con esa realidad. Porque sí es verdad que partimos de un hecho real, como es que los padres de Luis Mariano querían regresar a España, no tenían pasaporte y Luis Mariano se lo pidió a Franco. También partimos del hecho real de que Luis le pidió a Carmen varias veces que se casara con él. Ella dijo que no. Todo eso es una coctelera y metemos luego la ficción, con muchos momentos de humor, de amor, música, bailes y luz al final del túnel.
Qué bonito escuchar también teatro en otras lenguas cuando en la obra precisamente una de las cosas que se dice es que "estamos en España y aquí se habla y se canta en español".
Carmen: Sí, es una obra que nos gusta decir que es conciliadora en todos los sentidos y más como están las cosas en la actualidad. Creo que invita a pensar y a reflexionar en según qué cosas que están pasando hoy día, que no deja de ser igual que lo que ocurría en su momento.
Juan Carlos: Que también nos equivocamos una y otra vez, tropezamos en la misma piedra los humanos y para eso está la historia. Hay que echar la vista atrás para no repetirla.
¿Cómo acercar a estos personajes históricos y este patrimonio nacional a las nuevas generaciones?
Juan Carlos: Con historias que tienen que ver con nosotros, que son atemporales. El miedo a ser uno mismo, a que los demás no te acepten, los sueños, las frustraciones, todo eso nos va a acompañar hasta que estemos en Venus en el siglo XXV, los que estén en Venus, en Marte o donde sea, porque es la historia de nuestro ADN una y otra vez. Y creo que lo que tenemos también en la función, que es fantástico, es el trabajo que ha hecho Julio Awad, el director musical, recuperando un montón de canciones que para muchas generaciones son patrimonio y para las nuevas es un descubrimiento y flipan.
Carmen: Yo me incluyo, siendo de generaciones más jóvenes, yo veía canciones que no conocía como cuplés y demás, e invito a todo el mundo a que venga a verlo porque es maravilloso.
¿Qué mitos has desmontado de Carmen Sevilla? ¿Qué has descubierto de ella, Carmen?
Carmen: Esta imagen que ella tenía como de ser una persona muy frágil y al revés, Me parece una luchadora de los pies a la cabeza, una mujer con muchísima fuerza, inteligente como la que más y con un corazón que no le cabía en el pecho. Aunque eso no es secreto para nadie, pues lo sabía todo el mundo.
¿Cómo has preparado este papel, sobre todo para no caer en una imitación?
Carmen: Esto es algo que yo comparto especialmente con Christian, haciendo personajes de personas que ya existieron. Insistíamos mucho en los ensayos en que esto no se trataba de imitarlo ni calcar, se trataba de hacerles un homenaje, captar la esencia de ellos y tratar de proyectarla, que la clave es el público. Y también la construcción física, que nos ayudó mucho Rubén Olmo, porque hay que tener en cuenta que estamos en los años 50. Es una muchacha de 20 años, cómo se movía, cómo gesticula, cómo anda. Con todo el equipazo, ha sido muy fácil, ha sido muy bonito construir a Carmen.
Es una obra con mucho humor. Tú has trabajado mucho el humor, Juan Carlos, ¿cómo no caer en la parodia?
Juan Carlos: Bueno, la vida no es parodia, la vida es humor, la vida es dolor. A mí me gusta meter en esa coctelera parte de la vida y creo que es un poco el camino. Me interesa mucho que estés riendo y de repente se corte la risa, porque es lo que pasa en la vida, y al contrario, romper a favor del humor, situaciones que se tornan demasiado densas, pero de repente cambian y se van a otro lugar. Y creo que ese es el escape que ofrecemos a la gente en El novio de España. Y ser conciliadores. Y a propósito de lo que decía Carmen, creo que el público recuerda más a Carmen Sevilla en la tapa del Telecupón, de las ovejitas, Cine de barrio, que era la maravillosa Carmen Sevilla. Pero es que aquí la tenemos con 22 años, en la obra, cuando ella ya era una actriz conocidísima internacional, antes que Sara Montiel. Antes por supuesto que Penélope Cruz, había una estrella internacional en España que fue Carmen Sevilla. Y creo que hay que recuperar también esos años de juventud que ella tuvo tan, tan gloriosos.
Carmen Sevilla, trayectoria de su vida
El novio de España no es una biografía ni documental, es ficción, fantasía y fábula con cariño y respeto. ¿Qué hay de real y qué hay de ficción? ¿Se puede falsear la historia, vestirla de poesía y emoción, que decía Lorca?
Juan Carlos: Bueno, ojalá, ojalá consigamos lo que Lorca decía. Es nuestro propósito reinventar la historia. Sí es verdad que lanzamos unas líneas históricas que fueron verdad, pero ojalá que al terminar la función la gente vaya, explore y mire más de la vida de estos. No solamente estos dos artistas inmensos, Luis Mariano, Carmen Sevilla, sino también de nuestra historia. Es que hay que saber lo que fue una dictadura. Hay que ir atrás y ver los miles y miles de españoles que murieron en aquella batalla cruel, miles de españoles y españolas que tuvieron que salir de España, exiliarse, Ojo, que lo mismo están viviendo otros países ahora. Esto es cíclico. Salimos de España, vinimos, recibimos a gente. Ojalá que esto también sirva, aparte de para entretener, para que después vayamos a toda la documentación que tenemos y sepamos enfrentarnos a nuestro pasado para que no se repita. Insisto una y otra vez en este concepto, pero me parece fundamental, fundamental.
¿En qué se parece aquella España de 1952 a esta?
Juan Carlos: Pues creo que hay ciertos sectores hoy en día que se están acercando mucho a la intolerancia. A Luis Mariano le decían todo el rato no muevas tanto las manos, Carmen Sevilla le decía: los hombres no mueven así las manos. El director de la película, en la escena de La Zambra le obligó a tener las manos apoyadas en la mesa para que no se moviera. ¿Qué es la masculinidad? ¿Qué es ser un hombre? ¿Qué es ser una mujer? Estamos en este momento rompiendo barreras y parece que a mucha gente o alguna gente le molesta demasiado que la gente pueda vivir su vida con libertad. En el fondo es lo más preciado que tenemos, vivir cada uno como quiera, amar a quien quiera. Y creo que hay ciertas partes de la sociedad hoy en día, la extrema derecha, y no solamente en España, que están viniendo a decirnos cómo tenemos que vivir. Y no hay que dejar que eso suceda. Ha habido mucho dolor y mucha sangre para que tengamos libertades, hay que defenderlas.
La obra comienza con el NO-DO: "Fuimos a la guerra para luchar por una España más justa, más cristiana y más honesta". Esos valores de la justicia, de la honestidad y de cierto cristianismo han evolucionado. Pero seguimos divididos en dos Españas, con algunos demonizando el comunismo, incluso reivindicando aquellos años de Franco. ¿Os preocupa esta polarización y, sobre todo, entre los jóvenes?
Carmen: Mira, pues esto está hablando un poco de cómo yo he vivido el recibimiento de la obra. A mí me ha sorprendido, eh, la reacción del público en según qué momentos. No voy a hacer ningún spoiler, pero hay concretamente una frase que se derriba mucho a Franco y ahí ha habido gente que nos ha gritado 'ay, un respeto', y unas cosas que tú dices wow, yo a lo mejor vivía en una burbuja, no lo sé. A ver, tengo 24 años, me queda mucho por vivir, pero no era consciente del trabajo tan grande que hay que seguir haciendo. No vivo en una nube, pero pensaba que estábamos muchísimo más avanzados en el camino y a lo mejor no tanto como creemos.
Concha Piquer y Carmen Sevilla eran mujeres religiosas y conservadoras, pero pioneras también en cantar por la libertad sexual. "Quiero amar con libertad, sin escuchar el que dirán", cantaba Concha Piquer. Mucho que agradecer a estas mujeres que fueron muy valientes en otros tiempos.
Carmen: A mí, de hecho, me sorprendió muchísimo que esta canción fuese del año del que es, no puede ser que después de esa canción vino lo que vino.
Juan Carlos: Claro, pero es que dejó de cantarlo. El problema es que Concha cantaba en el 33 Se dice, con esa letra de hay que amar en libertad, si van de la mano dos mujeres la gente murmura, que nos dejen en paz..., pero dejó de cantarlo. Concha a partir del golpe de Estado tuvo que callar, pero siempre fue una mujer que se puso el mundo por montera, se fue a Nueva York, tuvo una pareja 25 años mayor y tuvo hijos sin estar casada. Vamos, fue empresaria, mujer empoderada, como se dice ahora mismo. Por eso en En tierra extraña ella era esa mujer que hablaba de la República. Hablemos de Carmen Sevilla, que siendo extraordinaria, sí que acató unos valores, como llegar virgen al matrimonio, que está muy bien, que cada uno haga lo que le dé la gana. Si es una cosa no quiere quitar a la otra. Nadie te obliga a que hagas lo que no quieras. Pero Carmen Sevilla simboliza ese espíritu que estuvo ahí sobrevolando la época terrible del franquismo. Y en esta tercera parte, que te contaré más adelante, aparece esa nueva mujer que surge con la Transición.