Biden sufre en un tenso debate contra Trump que hace saltar las alarmas en el Partido Demócrata
Los dos candidatos se han enfrentado en un debate que será recordado por los ataques personales, por las constantes metiras de Trump, pero sobre todo, por la pésima actuación de un dubitativo Joe Biden que sufrió varios lapsus y dispara las dudas sobre su edad
El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump durante el debate de la CNN. / EL PAÍS
Madrid
Joe Biden y Donald Trump han protagonizado durante la madrugada de este jueves al viernes el primero de los dos debates televisados de la campaña electoral de Estados Unidos. Separados por dos metros y medio entre sus atriles, el presidente demócrata y el expresidente republicano han debatido durante una hora y cuarenta minutos a en un evento organizado por la CNN en Atlanta que ha estado rodeado de una expectación sin precedentes y que se celebra antes que nunca, cuando faltan todavía más de cuatro meses para la esperada noche electoral del 5 de noviembre.
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Sin público que aplaudiera, abucheara o distrajera a los dos candidatos, Biden y Trump han inaugurado la carrera a la Casa Blanca con un debate que ha tratado todos los temas de actualidad de este ciclo electoral (economía, inflación, aborto, migración, política exterior, las guerras, el caso Stormy Daniels, Hunter Biden, el asalto al Capitolio…) y que no acallará las dudas y el debate nacional sobre la elevada edad de Joe Biden, quien se ha mostrado dubitativo en todo momento y ha llegado a sufrir más de un lapsus al hablar. “No sé lo que ha dicho al final de esta frase. No creo que él mismo sepa lo que ha dicho”, decía un directo e implacable Trump sobre su rival en uno de los momentos que se recordarán de este enfrentamiento.
A pesar de las constantes mentiras e inexactitudes de las afirmaciones de Donald Trump durante todo el debate, la noche de este jueves pasará a la historia por el mal rendimiento de Joe Biden, quien no fue capaz de mostarse seguro y sano durante ningún momento. "Tenemos un problema", han asegurado fuentes del Partido Demócrata a la CNN después de lo ocurrido en una noche que puede poner patas arriba lo que resta de campaña electoral. “Presidente Biden, ya he visto suficiente”, dice uno de los artículos de opinión del New York Times, abriendo incluso la puerta a una posible retirada de Biden antes de la convención del partido en agosto.
Desde que John F. Kennedy y Richard Nixon se midieran en el primer debate televisado en la campaña de las elecciones del año 1960, ningún presidente en el cargo se había visto las caras con un expresidente delante de las cámaras. Biden y Trump llegaban al debate prácticamente empatados en las encuestas a nivel nacional, aunque con una ligera ventaja del expresidente estadounidense en la mayoría de los ‘swing states’, los estados muy ajustados y que serán clave en los próximos comicios, como Michigan, Wisconsin y Pensilvania, donde tiene ya una ligera ventaja, y en Georgia, Carolina del Norte, Nevada y Arizona, donde tiene más margen para ganar.
El de esta noche ha sido el tercer enfrentamiento entre Biden y Trump. Tras el caótico primer debate entre los dos en septiembre de 2020, marcado por las incesantes peticiones del moderador de Fox News para que los candidatos no se interrumpieran y el “¿quiéres callarte, tío?” de Biden a su rival, los equipos de los dos políticos acordaron unas particulares normas para el evento de esta noche. Sin alegatos iniciales, sin público en el recinto, sin anotaciones preparadas, sin contacto con sus asesores, con los micrófonos apagados durante el turno del oponente y con unos tiempos muy marcados, el debate de este jueves nada ha tenido que ver con aquella histórica y bochornosa contienda de hace más de cuatro años.
Jake Tapper y Dana Bash, dos de los presentadores más conocidos de la CNN y víctimas habituales de los ataques de Trump, han sido los encargados de moderar con sus preguntas (y con pocas interrupciones y casi ninguna corrección o ‘fact check’) un debate que aspiraba a convertirse en el más visto de la historia de una cadena que no pasa por su mejor momento en cuanto a audiencias, duplicada en espectadores por su rival MSNBC durante el pasado mes y cuadruplicada por la conservadora Fox News.
Sin apretón de manos, con tos y un lapsus inicial
¿”Habrá apretón de manos?”. Esta era la pregunta que se repetía una y otra vez en las tertulias políticas televisivas de los últimos días en Estados Unidos. Biden, en primer lugar, y Trump después han comenzado su debate entrando al plató por lados opuestos y situándose junto a sus cercanos atriles ante la mirada de los dos moderadores. “¿Qué tal estáis?”, dijo Biden al entrar. Trump guardó silencio en todo momento.
Sin embargo, el esperado saludo entre el actual presidente y su antecesor en el cargo no se produjo y el debate comenzó con preguntas sobre economía, la principal preocupación de los norteamericanos según un reciente estudio. El candidato demócrata empezó su intervención inicial con un mensaje claro: dejar claro que los cuatro años de mandato de Trump fueron peores y culpando al magnate de la situación económica que heredó. Trump respondía asegurando que “la inflación está matando al país” y asegurando que EEUU tenía “la mejor economía de la historia” antes del COVID y bajo su presidencia.
La intención del equipo de Biden era la de mostrar desde el primer momento que su candidato, de 81 años, está sano, enérgico y apto para un segundo mandato, pero la voz le jugaba una mala pasada en los primeros segundos (su equipo lo ha achacado a un resfriado) y el demócrata tosía en más de una ocasión. Es más, durante el primer bloque temático, el presidente pareció perder el hilo de lo que decía en una ocasión, tartamudeando y quedándose en silencio, para terminar con una errática frase: “Acabamos finalmente con el Medicare”. “Él venció a Medicare. Lo venció hasta matarlo", bromeó Trump justo después. "Está destruyendo Medicare”, zanjaba. Solo habían pasado 10 minutos y la noche ya apuntaba a drama en las filas demócratas.
El aborto y la migración, temas de choque
La moderadora sacó rápido el tema del abierto, uno de los temas más relevantes para los votantes en las próximas elecciones. Al ser preguntado por si bloquearía los medicamentos abortivos, Trump aseguró que no lo hará si llega a la Casa Blanca de nuevo, apoyándose en que la Corte Suprema ha confirmado el derecho a la medicación.
"Todos los expertos en derecho querían que se lo devolvieran a los estados. Ahora los estados están trabajando en ello”, decía un Trump que apoya que cada región tome la decisión final.
Por su parte, Biden afirmó que la derogación de ‘Roe v Wade’, la legislación que protegía este derecho, ha sido "algo terrible” y se ha mostrado en contra de que cada estado imponga su regulación sobre el aborto. Ha explicado que la elección de abortar es entre una mujer y su médico y ha prometido restaurar la legislación anterior si es reelegido. "No apoyamos los abortos al final de la gestación. Y punto. Y punto”, zanjaba un Biden que dejaba claro su punto de vista en uno de sus temas fuertes, pero continuaba dubitativo y errático.
“No sé lo que ha dicho al final de esta frase. No creo que él mismo sepa lo que ha dicho”, se burlaba un Trump tranquilo durante las preguntas sobre migración ante otro de los lapsus del demócrata.
Mientras que Biden afirmó que las entradas ilegales a EEUU han bajado un 40% desde que está en la Casa Blanca, Trump aseguraba que tuvieron "la frontera más segura en la historia y ahora tenemos la peor en la historia". Trump, muy duro en el asunto migratorio, llegó a asegurar que EEUU vive “en nidos de ratas”, que “matan a gente en las fronteras” por culpa de “políticas ridículas” y que los migrantes “están viviendo en hoteles de lujo”.
Política exterior y ataques personales
Los ataques personales continuaron en las preguntas sobre política exterior, bloque en el que los dos candidatos hablaron de Oriente Medio, de Rusia, Ucrania, así como de la guerra en Gaza o de la retirada de tropas de Afganistán.
El expresidente Trump volvió a decir que la invasión de Ucrania y el ataque de Hamás son culpa de que las potencias exteriores no respetan al actual presidente de EEUU. Sobre Afganistán, Trump aseguró que es la situación más “vergonzosa” vivida por el ejército de la nación. "Nuestros veteranos no pueden aguantar a este tipo (…) Es el peor comandante en jefe de nuestra historia”, sostenía.
Ese comentario molestó claramente a Biden, quien rápidamente insultó a Trump, que también se había referido a los veteranos como “idiotas y perdedores”. El actual presidente se enfadó al recordar a Beau, su hijo fallecido y que combatió en Irak: “Mi hijo no era ni un idiota ni un perdedor. Tú eres un idiota”.
Sobre el conflicto en Gaza, Trump dijo que Biden “se ha vuelto un palestino que no gusta ni a los palestinos porque es débil”. “Déjalos acabar el trabajo”, pedía en referencia a Israel. Preguntado por cómo acabar la guerra en la Franja, el actual presidente declaró que “Hamás no puede seguir existiendo”, que “tienen que ser eliminados” y repitió su propuesta para un alto el fuego y el intercambio de rehenes.
El asalto al Capitolio, Hunter Biden y el caso Stormy Daniels
Como era previsible, los moderadores de la CNN preguntaron a Trump por la insurrección del 6 de enero en el Capitolio, instigada por el propio magnate, quien volvió a negar su participación en las acciones que llevaron a cabo sus seguidores y que calificó de nuevo como una “protesta pacífica”. Por su parte, Biden respondió aplaudiendo las condenas a los detenidos durante dichas protestas: "Los que están en la cárcel por el 6 de enero merecen estarlo”. "Mi venganza será sacar este país del hoyo”, aseguraba Trump al ser preguntado por unos posibles indultos a los presos del 6 de enero.
En el ecuador del debate llegaba la primera mención de Trump a Hunter Biden, el hijo del candidato demócrata que está siendo juzgado por la compra ilegal de un arma cuando era adicto. “Es un criminal convicto”, decía Trump.
La respuesta de Biden no se hizo esperar. “Este hombre es un criminal”, aseguraba Biden en referencia a los 34 cargos por los que fue condenado hace semanas por el pago a la actriz porno Stromy Daniels. "Mantuviste relaciones sexuales con una estrella porno cuando tu esposa estaba embarazada”, llegó a asegurar el presidente. Trump lo negó. Tras esto, y pasados 55 de los 90 minutos de debate, llegaba la primera pausa publicitaria, en la que según los periodistas allí presentes, los candidatos se mantuvieron en los atriles y no intercambiaron ni miradas ni palabras.
Seguridad, cambio climático (y vuelta a la migración)
Tras la pausa, la conversación derivaba hacia la población afroamericana. El presidente Biden sacaba pecho por las medidas adoptadas por su Administración en este aspecto, aunque decía comprender la “decepción” de esta comunidad por sus altas tasas de desempleo. “Lo que acaba con las familias negras son los migrantes entrando por la frontera sur y que están robando los trabajos de los afroamericanos”, manifestaba un Trump que volvía a culpar a la migración ilegal, estrategia que repetiría minutos después cuando los periodistas de CNN le preguntaron por la seguridad social o por la atención médica infantil.
El debate pasó de puntillas por otro de los temas clave de la sociedad actual, el cambio climático. "Quiero agua limpia e inmaculada y también el aire”, fue una de las pocas cosas que dijo Trump sobre el medio ambiente, aunque aseguró (sin dar datos) que su presidencia tuvo “las mejores cifras de la historia” al respecto. "Yo logré la legislación más completa de la historia”, le respondía Biden.
La salud de Biden
Era uno de los elefantes en la habitación. Los dos candidatos a la presidencia de EEUU tienen 78 y 81 años y tendrían 82 y 86, respectivamente, al final de un hipotético segundo mandato si vencieran en las urnas. Preguntado por su edad, Biden esquivó la pregunta alabando a EEUU y las oportunidades en el país, mientras que Trump entró al trapo al ver la debilidad de Biden en uno de los asuntos que podrían hacerle ganar las elecciones y devolverle a la Casa Blanca.
“Me he hecho dos pruebas cognitivas y las he superado”, afirmó Trump, aunque no aclaró a qué tests se refería. “Acabo de ganar dos campeonatos de clubes. Para lograrlo, hay que ser bastante inteligente y golpear la pelota desde lejos”, seguía Trump, para dar paso al momento más surrealista de la noche, en el que ambos candidatos comenzaron a presumir de sus habilidades en golf. "No actuemos como niños”, decía el republicano antes de ser interrumpido por los moderadores en el único instante en que cortaron a los candidatos.
¿Respetará Trump el resultado de las elecciones?
Tres veces tuvo que repetir la periodista Dana Bash la pregunta a Trump sobre si aceptaría los resultados de las elecciones del 5 de noviembre sea cual sea la decisión que arrojen las urnas. “Si es libre, justa y una buena elección, absolutamente”, respondía Trump a la tercera ocasión.
¿Y si gana Donald Trump?: Un análisis de Miguel Ángel Muñoz Encinas y Sara Canals
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Biden aseguraba que Trump “sigue promoviendo una mentira” que no ha apoyado ningún tribunal de EEUU. "No puedes soportar una derrota. Algo se rompió dentro de ti cuando perdiste la última vez”, concluía.
El cierre a un discurso dramático para Biden
Tras una segunda pausa publicitaria, Biden tuvo dos minutos para cerrar el debate. Su discurso se centró en los cambios políticos que haría con 4 años más en el Despacho Oval. "Hemos hecho mucho progreso de la debacle que nos dejó Trump", aseguraba. El presidente ha hablado de bajar el precio de la insulina, se ha comprometido a ayudar a las familias a conseguir guarderías a un precio razonable, así como a reducir la inflación y a mantener bajos los impuestos, pero no ha mencionado el aborto, un tema en el que las encuestas le dan una ventaja favorable a Trump.
"Estamos viviendo en el infierno", respondía Trump, encargado de cerrar el debate. "Biden es un quejica, no hace nada. Lo único que hace es que nuestro país sea inseguro al permitir que millones y millones de personas entren en nuestras fronteras", repetía una vez más el republicano sabiéndose ganador de una noche que sin duda pasará a la historia de la política de EEUU.
Guillermo Nieto
Desde 2017 escribe en la sección digital de la Cadena SER