Georgia ha hecho historia clasificándose para los octavos de final en su primera participación en la Eurocopa. Con la victoria ante Portugal por 2-0 en el último partido de la fase de grupos, logró un imposible, una clasificación que han conseguido con grandes actuaciones individuales como las de Mamardashvili, Kvaratskhelia y Mikautadze. Los octavos de final no serán sencillos para los georgianos, que se enfrentarán a la selección española con la que ya perdieron los dos partidos en la clasificación para esta Euro. El partido ante Portugal, a parte de convertirse en historia de la selección georgiana, dejó una nota curiosa con el árbitro de la contienda, Sandro Schärer, se apuntó en la mano las tarjetas amarillas que iba sacando durante la contienda. No es una práctica habitual entre los colegiados, que suelen llevar una cartulina blanca donde apuntan cada amonestación que sucede durante el encuentro. Los aficionados notaron esta situación y lo comentaron a través de las redes. No es la primera vez que le sucede al suizo, que en el Inter-Real Sociedad de esta Champions, ya utilizó el mismo recurso. Iturralde González también se hizo eco de la situación en «El Larguero», donde bromeó con lo sucedido: «Nosotros solíamos llevar una amarilla, una roja y una blanca en la que apuntábamos todo. Imagino que se le ha perdido o se ha olvidado la tarjeta en la que apunta, pero bueno, creo que habría quedado mejor si lo apunta detrás de las propias tarjetas. Menos mal que no ha sacado 10 tarjetas en la primera parte, se habría quedado sin mano». A parte de esta curiosidad, el colegiado fue cuestionado, sobre todo del lado portugués, por el penalti pitado a Antonio Silva.