Merih Demiral se convirtió en el héroe de Turquía tras anotar los dos goles que le dio paso a cuartos de final de la Eurocopa. Los dos tras un saque de esquina. El primero llegó en los primeros minutos del encuentro ante Austria, mientras que el segundo fue a la hora de partido, tras un cabezazo a lanzamiento de Arda Güler. Es precisamente este tanto el que dejó dos gestos que han llamado la atención. El primero el del centrocampista madridista que no dudó en retar a la grada nada más ver que le balón entraba, mientras que el segundo fue en la celebración de Demiral y que puede meterle en un lío. En este segundo gol, el central turco levantó sus brazos haciendo el saludo del lobo (levantó los brazos en alto mientras con ambas manos unía el pulgar con los dedos anular y corazón al tiempo que deja horizontales índice y meñique). Gesto que se está asociando a los Lobos Grises de Turquía, un grupo ultranacionalista racista, xenófobo, que promulga la supremacía histórica de los turcos y que, entre cuyos objetivos, figura la creación de un imperio desde los Balcanes hasta China. Este grupo está bajo supervisión de la Oficina por la Protección de la Constitución de Alemania. Es por ello por lo que el Inspector de Ética y Disciplina de la UEFA acordó este miércoles abrir «una investigación» por el «presunto comportamiento inapropiado» del defensa de la selección turca. «A su debido tiempo se facilitará más información sobre este asunto», dice el comunicado. Este gesto, pese a que para mucha gente fue simplemente una muestra de orgullo por ser turco, podría estar relacionado con el movimiento Ülkücü de extrema derecha, el más concretamente con el Milliyetçi Hareket Partisi, MHP (Partido del Movimiento Nacional) que es socio del presidente Recep Tayyip Erdogan. Además de ser un movimiento que está investigado por la Oficina por la Protección de la Constitución de Alemania, también fue ilegalizado en Francia en 2020. Nancy Faeser, la ministra del Interior del Gobierno alemán, calificó este miércoles de «inaceptable» los gestos de Demiral: «Los símbolos de la extrema derecha turca no tienen cabida en nuestros estadios. Utilizar la Eurocopa como plataforma para el racismo es completamente inaceptable», manifestó Nancy Faeser en un mensaje en X citando un artículo de Der Spiegel. «Nuestras autoridades de seguridad vigilan de cerca a los ultraderechistas turcos en Alemania. Los lobos grises están bajo observación de la Oficina Federal de Protección de la Constitución», añadió. Este no sería el único gesto político que se ha visto en esta Eurocopa, que ha demostrado que está en alerta ante las celebraciones que pueden llevar este tipo de mensajes, como ocurió con Daku, un jugador de Albania, que no pudo jugar ante España por tener dos partidos de sanción por los cánticos de «que les jodan» contra los macedonios en la celebración de uno de sus goles. La Comisión de Ética de y Disciplina de la UEFA sancionó al delantero y, posteriormente, a su selección con una multa económica. Por último, Jude Bellingham también está siendo investigado por la UEFA por un gesto que hizo tras anotar su gol ante Eslovaquia. El británico, jugador del Real Madrid, se llevó las manos a su entrepierna. El propio Bellingham ha asegurado que el gesto no iba dirigido a los rivales, pero aún así, su comportamiento está siendo investigado. Iturralde González, árbitro de Carrusel, aseguró que no tendrá sanción deportiva «porque no hay queja formal de la federación eslovaca», pero una multa económica sí que le puede caer.