La selección española está siendo una de las grandes sensaciones de la Eurocopa, gracias a su gran juego, su firme defensa y dos jugadores muy jóvenes que están mostrando el enorme potencial que tienen como extremos: Nico Williams y Lamine Yamal. Ambos jugadores tienen una sintonía fácilmente apreciable dentro y fuera del campo, a pesar de que el jugador del Athletic de Bilbao tiene 21 años y el canterano del FC Barcelona apenas 16 años. Los dos son amigos y Williams se ha sincerado en «El Larguero» con Manu Carreño sobre los orígenes de esta relación tan prometedora. Por un lado, ha explicado que fue Alejandro Balde, el lateral zurdo del Barça, quien les presentó: «Nos juntó Balde. Yo me llevo muy bien con él, tenemos una bonita amistad fuera del campo. Nos presentó cuando vino Lamine a la selección en su primera convocatoria y, a raíz de ahí, nos hicimos amigos. Compartimos muchos gustos y hasta hoy». En este sentido, admite que han «congeniado muy bien» y ha destacado de Yamal que «es más maduro de lo que la gente se piensa». Además, destaca su sencillez: «Es muy humilde. Sí que es verdad que tienes 16 años y se te puede ir la cabeza cuando todo el mundo te dice que eres muy bueno. Él lo lleva con naturalidad, como si fuese una cosa más. Se divierte jugando al fútbol y le importa solo eso». En el aspecto futbolístico, el menor de los hermanos Williams considera que «lo tiene todo»: «Es que es buenísimo. Tiene un uno para uno increíble. En la toma de decisiones también. A mí eso me costaba mucho y él la verdad que decide muy bien. Es increíble jugar con él». Por último, admite que la buena relación de ambos influye en la forma que tienen de jugar dentro del terreno de juego: «Creo que cuando te llevas muy bien con alguien, te entiendes en el campo. Me pasa con mi hermano. Tenemos tanto feeling que sé cómo se va a mover, dónde se va a situar… Ya sé donde está Lamine sin prácticamente mirar. Eso al final ayuda. Luego el equipo también está unido. Hemos comido mucho juntos, nos queremos juntar mucho, distraernos de los móviles y hablar entre nosotros. Eso se nota en el campo».